Varios centenares de trabajadores de Metro Bilbao se manifestaron ayer por la Gran Vía de la capital vizcaína y, al llegar ante el Palacio Foral, leyeron un comunicado en el que destacaron que tanto la marcha como el seguimiento del paro de ayer -el 85% de la plantilla, según sus datos- demuestran que sus reivindicaciones son «mayoritarias» entre los empleados de la compañía.

Por su parte, la dirección de Metro Bilbao, en una nota de prensa, cifró el seguimiento del paro llevado a cabo entre las 9.45 y las 12.45 horas, en un 17% de la plantilla y añadió que el servicio recuperó la normalidad a las 13.15 horas.

Según el texto leído por el presidente del comité de empresa de Metro Bilbao, Rafael Valencia, los trabajadores del suburbano desconfían de que Oleaga pueda »por arte de magia», él solo, tocar «una tecla» y que se solucione el conflicto.

Los sindicatos ELA, LAB, UGT, ESK y CIM presentes en el comité de huelga se manifestaron para pedir a Oleaga que les escuche y le animaron a que posibilite la participación de un conciliador, para hallar «entre todos una solución».

Valencia situó el origen del conflicto en los «continuos incumplimientos de acuerdos» alcanzados con la parte social y, en concreto, en lo relativo a la ampliación y la configuración de la plantilla.

El comité volvió a exigir la dimisión del consejero delegado, Iñaki Prego, para que así desaparezcan «rencores y las amenazas veladas» a los trabajadores, ya que, a su juicio, el directivo ha tratado de «criminalizar» a la plantilla.

Según adelantaron, el próximo martes llevarán a cabo una concentración ante la sede del Consorcio de Transportes de Bizkaia y habrá otro paro parcial el próximo jueves.

Oleaga: «Politizar y enquistar»

Por su parte, el presidente de la compañía, Txema Oleaga, mostró ayer su preocupación por «las consecuencias» que pueda tener en la negociación la demanda presentada por el sindicato ELA contra la intervención del lehendakari, Patxi López, en la pasada jornada de Santo Tomás, respecto al conflicto laboral del suburbano.

Según explicó en un comunicado, iniciativas como esta «solo sirven para politizar, enquistar el conflicto y alargarlo de manera artificial, sin tener en cuenta el grave daño que se ocasiona a la ciudadanía».

En este sentido, Oleaga recordó que fueron los sindicatos los que solicitaron que «se dejaran a un lado las cuestiones políticas para tratar este asunto como un tema estrictamente laboral. Yo recogí esa propuesta y la hice mía. En estas semanas, he dedicado todos mis esfuerzos a estudiar el conflicto desde una óptica laboral y poder buscar una solución», apuntó.

El presidente de Metro Bilbao detalló que el pasado lunes tuvo una reunión con los sindicatos, cuyas motivaciones trasladó al Consejo de Administración.