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RUGIDOS ROJIBLANCOS

Con solo 45 minutos buenos no basta

 

Jabi LUACES Entrenador de fútbol

Todos éramos conscientes de la dificultad que entraña puntuar en el Bernabéu, el Madrid es un equipo que como vimos, sin hacer un gran partido en lo colectivo te puede ganar e incluso, como sucedió al final de los 90 minutos, golear; es lo que tiene la billetera. Como equipo, el Athletic fue mejor hasta la expulsión de De Marcos. En el Bernabéu, el partido lo decidió la calidad individual de los merengues y el desatino del señor Mateu Lahoz en varias jugadas polémicas.

El partido comenzó con un Athletic mandón y llevando la iniciativa en el juego, se asociaba continuamente y llegaba con facilidad a los últimos metros, se defendía con orden y la presión ejercida en la salida de balón del Madrid era buena y continua. Nuestro gol llegó en una jugada en la que se invierten los papeles, pues el Madrid es el rey del contraataque y les dimos de su medicina: una contra magistral con arrancada incluida de J. Martínez (para mí fue el mejor del partido), con pase de tiralíneas a Llorente para que este empale perfectamente sin dejarla caer. Golazo y sensaciones muy positivas en el juego ofensivo y defensivo; muy equilibrado el equipo.

El Athletic siguió atacando y, por momentos, bailó al Madrid, la grada se impacientó y comenzó a pitar a su equipo. Pero todos somos concientes de que en cualquier momento los blancos te pueden hacer gol y meterse en el partido, y así sucedió, cuando te vas dejándoles vivos tras 45 minutos de superioridad manifiesta. Pero, claro, esto en Madrid no basta. La segunda parte no pudo comenzar peor, penalti y el Madrid por delante, un equipo que juega a una velocidad endiablada y es muy complicado pararles.

Los cambios de Bielsa netamente ofensivos con cambio a tres centrales quedaron en agua de borrajas, ya que sin tiempo de ver la respuesta de este cambio táctico sobre el campo, llegó el penalti de De Marcos y su expulsión. Partido visto para sentencia, no sin la ayuda de Mateu que se comió un claro penalti sobre Ibai, que suponía además la expulsión de Ramos por segunda amarilla. Podría ser el 3-2 y un diez para diez precioso hasta el final del partido, pero Mateu no se atrevió, y para colmo se comió la falta a Muniain en el 4-1. Mucho castigo para lo que vimos sobre el campo.

Ahora, toca a eliminar al Mallorca jugando igual, con seriedad y concentración... no nos pase como a la Real.

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