Nuevas fugas de agua en Fukushima, diez meses despúes del desastre
La operadora de la central nuclear de Fukushima (TEPCO) registró 14 fugas de agua «a causa de las bajas temperaturas, que provocaron la congelación de las tuberías». Junichi Matsumoto, de TEPCO, admitió que no tomaron las medidas necesarias para evitar lo ocurrido.
GARA | TOKIO
Tokio Electric Power (TEPCO), la operadora de la central nuclear Fukushima registró 14 fugas de agua por las bajas temperaturas.
Las fugas se produjeron en distintos puntos de la central nuclear, como consecuencia de la congelación de las tuberías del sistema de reciclaje de la planta.
Según la operadora, las tuberías se habrían congelado después de registrar el domingo temperaturas de hasta 8 grados bajo cero en el municipio de Namie, cercano a la central en la provincia de Fukushima.
Jinuchi Matsumoto, de TEPCO, reconoció que la compañía no había tomado las medidas necesarias para evitar la rotura de las cañerías, algo a lo que se comprometió a hacer de ahora en adelante.
Tras esta declaración, la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón instó a TEPCO a implementar los mecanismos necesarios para evitar más fugas de agua de la central nuclear.
TEPCO tuvo que detener durante casi dos horas el sistema de reciclaje del reactor número cuatro de Fukushima después de detectar la fuga de unos 40 litros de agua.
La operadora informó también de la fuga de unas siete toneladas de agua procesada del reactor seis de la planta, debido a la congelación del líquido de las tuberías del sistema de descontaminación del agua radiactiva acumulada en la planta.
La eléctrica mantiene instalado en la central un doble sistema de descontaminación del agua radiactiva que se acumula en los sótanos de la planta, y cuya agua reciclada utiliza posteriormente para enfriar los reactores.
El Gobierno japonés y la operadora TEPCO declararon a mediados de diciembre que los tres reactores dañados se encuentran en estado de «parada fría», con temperaturas por debajo de los 100 grados centígrados, aunque advirtieron de que llevará años cerrar definitivamente la crisis.
Además, la semana pasada TEPCO anunció que el volumen de sustancias radiactivas emitidas por la central nuclear creció ligeramente este mes por el aumento en las labores de desescombro y las actividades para poner fin a la crisis.
De este modo, en enero el volumen de material radioactivo emitido por la central fue de unos 70 millones de becquereles por hora, frente a los 60 millones de becquereles por hora de diciembre.
Por su parte, el grupo ecologista Eguzki denunció ayer las fugas de agua y la falta de atención de la operadora TEPCO por no tomar las medidas necesarias para evitar la rotura de las cañerías. Además advirtió de que los fallos de refrigeración son algo habitual también en las centrales nucleares activas poniendo como ejemplo la central nuclear Santa Maria de Garoña, que tiene un sistema de refrigeración con numerosas deficiencias.
La crisis desatada en la planta nuclear de Fukushima Daiichi por el devastador tsunami del 11 de marzo llevó a evacuar a cerca de 80.000 personas en un radio de 20 kilómetros alrededor de la planta y ha causado graves daños en la ganadería, pesca e industria de la provincia.
Los dirigentes de unos cincuenta países se reunirán a finales de marzo en Corea del Sur para una cumbre destinada a restaurar la confianza en la industria nuclear después del desastre de Fukushima.
El grupo ecologista Eguzki denunció las fugas de agua de Fukushima y la falta de atención de TEPCO. Además advirtió de que los fallos de refrigeración son algo habitual también en las nucleares activas.
TEPCO anunció que el volumen de sustancias radiactivas emitidas por la central nuclear creció ligeramente este mes por el aumento de las labores de desescombro y las actividades para poner fin a la crisis que dejó el tsunami.
Diez meses después del tsunami que azotó Japón, miles de personas siguen aún desaparecidas.
La Guardia Costera, los submarinistas, excavadores y voluntarios buscan día a día por tierra y mar los cuerpos de las víctimas que aún no han aparecido. Pero las gélidas temperaturas dificultan está labor, sobre todo la de los submarinistas que tiene pocos minutos para buscar bajo el agua.
«Los muertos permanecen en los corazones de sus seres queridos, pero estas familias necesitan una prueba de que sus familiares están muertos» dijo la Guardia Costera. «Es difícil aceptar la realidad de la muerte de un ser querido si uno no tienen cuerpo», añadió.
Además de la búsqueda de los desaparecidos, la reconstrucción de la ciudad de Onagawa, destruida tras el tsunami, es otra labor primordial. Pero, la acumulación de gran cantidad de basura y la necesidad de deshacerse de ella, son grandes obstáculos. El alcalde de Onagawa espera de la solidaridad del resto del país para poder trasladar los escombros del lugar y comenzar con la reconstrucción. Sin embargo los ciudadanos de las ciudades que recibirían la basura se oponen por miedo a la contaminación. GARA
