La izquierda abertzale emplaza a Azkuna a trabajar por el cambio
La izquierda abertzale de Bilbo emplazó ayer a Iñaki Azkuna y a su equipo a que, en lo que respecta a su competencia, aporten al tiempo ilusionante que se ha abierto en Euskal Herria. «Sabemos que se sienten más cómodos en escenarios pasados, pero el escenario político ha cambiado gracias a la determinación de la izquierda abertzale», manifestaron antes de solicitar «responsabilidad y respeto» al alcalde.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
El nuevo tiempo abierto en Euskal Herria no ha modificado la política del equipo de Iñaki Azkuna al frente del Consistorio bilbaino; es más el PNV ha imprimido bajo el paraguas de la mayoría absoluta lograda el 22M una dinámica aún más intransigente y agresiva hacia los movimientos sociales. Eso es lo que opina la izquierda abertzale, que ayer dio a conocer ese análisis crítico partiendo de su convencimiento de que los jeltzales «están imponiendo un estilo de gobernar que recuerda demasiado al de aquel que decía `la calle es mía'», parafraseando a Manuel Fraga.
Ante los ataques verbales directos de Azkuna hacia la izquierda abertzale, sea cual sea el asunto que se trate, los aludidos -por boca de Joana Regueiro y Marta Pérez- le instaron a que deje «ese empecinamiento» de situarles «unidos siempre a un problema de orden público». Aunque indicaron que su práctica política está muy alejada del gobierno «de espaldas a un gran sector de la ciudad» que ejerce el alcalde, le solicitaron a él y a su partido «responsabilidad», además de que empuje desde el Ayuntamiento por afianzar el nuevo escenario político.
A la hora de poner ejemplos del modo de hacer política de Iñaki Azkuna y su gobierno, Regueiro y Pérez citaron el ataque al modelo festivo basado en la gestión compartida y la participación popular, «imponiendo vetos políticos que superan los criterios judiciales». Los intentos por excluir a Bilboko Konpartsak y a las comisiones de fiestas de los barrios de la toma de decisiones la enmarcaron en la estrategia jelkide de «imponer sus decisiones y alimentar su ciudad del espectáculo».
Tampoco pasaron por alto la «furibunda» defensa que ha hecho el alcalde de la apertura de comercios en festivos, con el respaldo «incondicional» de PSE y PP. Por contra, la izquierda abertzale se posiciona en defensa del derecho al descanso en festivos y el pequeño comercio, «al tiempo que animamos a la población a hacer caso omiso al modelo comercial de ciudad y de desarrollo económico y social basado únicamente en el beneficio empresarial».
De «incomprensible, incoherente y, cuando menos, sorprendente», comparando con la política del PNV en otros consistorios vizcainos, calificaron la actitud del equipo de Azkuna respecto a la moción elevada al último pleno municipal por Bildu acerca de las vulneraciones de derechos que padecen los presos políticos vascos. Regueiro y Pérez lamentaron que no hubiesen estado «a la altura de las circunstancias» y en consonancia con la mayoría social y política del país, «en vez de mirar sus intereses».
Frente al «tsunami» que reclama que se respeten los derechos mínimos de los prisioneros y, en concreto, el fin de la dispersión, la libertad de los presos enfermos y la de aquellos que han cumplido íntegramente su condena, la izquierda abertzale considera que Azkuna «rehúsa la denuncia de dichas vulneraciones, incluso rehúsa el concepto `político' de su calidad de `recluso', dejando de lado la necesidad de una resolución integral del conflicto político».
«Cada vez es más difícil saber si, a través de las declaraciones del alcalde, el PNV está hablando de Bilbao o de Burgos», comentan desde la izquierda abertzale porque Iñaki Azkuna evita hacer mención a la realidad nacional vasca.
Cuatro meses después del derribo de Kukutza, vecinos de Errekalde se concentraron ayer al mediodía frente al acceso al nuevo centro municipal del barrio para reivindicar equipamientos autogestionados como el que el Consistorio permitió demoler. A pesar del atosigante despliegue de Policía Municipal y Ertzaintza, consiguieron desplegar una pancarta con el lema «Menos centros de distrito impuestos, más centros populares autogestionados. Errekalde aurrera», mientras coreaban consignas como «Hemen gaude Kukutzaren alde», «Errepresioa ez da bidea» o «Más cultura para la Policía».
Muy cerca de la concentración efectuó declaraciones la edil de Bildu Aitziber Ibaibarriaga, que advirtió al alcalde de que, con la apertura del nuevo centro de distrito, no intente «ni sustituir ni acabar con el problema de falta de equipamientos que tiene Errekalde». Antes, recordó que «hace cuatro meses el equipamiento que mayor servicio daba a este barrio fue derruido por la intransigencia de las distintas instituciones, entre ellas, el Ayuntamiento».
«Esto es un elemento más -dijo en referencia al local abierto en Travesía Altube nº 6-, pero Kukutza era indispensable y así lo creyeron también los vecinos y ese mensaje claro se lo mandaron al Ayuntamiento, que ni lo escuchó ni vino a estar con los vecinos».
Tampoco fue ayer, pues los responsables municipales, arropados por simpatizantes del PNV, evitaron el contacto con los vecinos en el exterior. En la inauguración, Azkuna subrayó que la apertura de este centro era una promesa electoral y que en las antiguas oficinas de Gordoniz se abrirá un centro de jubilados; nada para otros vecinos y menos para los jóvenes. A.G.