El acto con el que Euskaltel-Euskadi sustituyó ayer a la presentación habitual de las últimas temporadas estuvo marcado por la incertidumbre que rodea al equipo una vez acaben este año los contratos de patrocinio con la empresa de telecomunicación y las instituciones. No tanto en el acto en sí, que tuvo lugar de manera modesta en petit comité en una sala de un hotel gasteiztarra en lugar de los escenarios más amplios y concurridos de años anteriores, sino en las conversaciones posteriores en el lunch.

En el acto oficial, el nuevo viejo manager del equipo, Miguel Madariaga, se limitó a señalar que «empezamos una temporada llena de ilusión, pero muy dura por muchas razones que todos conocéis. Solo necesito que os concienciéis de donde está el equipo tras 19 años que nos han dado alegrías y también amarguras. Estamos aquí y queremos seguir estando porque este equipo no puede tener fecha de caducidad por lo que representa y por lo que lleva por todo el mundo. Hemos conseguido que sea el equipo más antiguo del pelotón y muy querido».

Se esperaba con expectación la presencia del nuevo presidente de la empresa Euskaltel, Alberto García Erauskin, en su primera aparición pública en un acto oficial del equipo, pero no llegó a intervenir y tampoco quiso realizar ninguna declaración sobre el futuro. Después de las alarmantes manifestaciones de su antecesor, José Antonio Ardanza, en las que dijo que veía difícil que Euskaltel patrocinara al equipo en 2013, García Erauskin lanzó semanas atrás un mensaje más tranquilizador al trasmitir la voluntad de seguir con un proyecto sostenible en el que trabajan y desde entonces la empresa no ha querido aportar más luz al respecto.

Un representante de Euskaltel trasmitía a GARA que entendían más adecuado no realizar declaraciones, que se remitían a lo manifestado entonces, que en junio anunciarían su decisión para el futuro y que no podían entrar a comentar lo publicado en un diario deportivo, que aseguraba que la empresa pondría en marcha un proyecto a cuatro años con nueve millones de presupuesto anuales, con Igor González de Galdeano como responsable y con una ruptura con la filosofía actual de correr solo con corredores nacidos o formados en Euskal Herria.

Solo habló el que no pone dinero

El único que subió al escenario para hablar fue, curiosamente, el diputado general de Araba, Javier de Andrés, que vino a animar a la empresa a seguir con el equipo porque «conecta muy bien con su público. Para los clientes de Euskaltel es grato ver al equipo que nos representa por las carreteras de cualquier país». Unas manifestaciones y una presencia que sorprendió porque la institución que preside ha dejado de apoyar al equipo desde el año pasado tras asumir el PP la Diputación alavesa. A pesar de que no hay ningún acuerdo para volver a patrocinar al proyecto, De Andrés fue el único político que habló, aunque había representación del primer nivel de las otras dos diputaciones y del ejecutivo de Lakua, y un logotipo de Araba figuraba en el panel que presidía la presentación junto a los de las otras tres instituciones que sí siguen este año como patrocinadores, aunque con ligeros recortes.

Miguel Madariaga señalaba a GARA tras el último acto de presentación de un equipo de Euskaltel con él como máximo responsable, que se iba a reunir ayer con De Andrés y con «todos los patrocinadores para exponerles el momento deportivo y económico. De ahí vamos a empezar las reuniones y hay que dar los pasos serios para que este proyecto no decaiga y tenga continuidad».

Trasmitía tranquilidad porque del millón de euros que decía hace unas semanas que le faltaba para cuadrar el presupuesto de este año «ahora mismo, si se cumplen todas las promesas, no tengo ningún problema, con 600.000 euros se cubriría el presupuesto». Dejaba claro que su ciclo al frente del equipo termina porque «necesita una fuerza muy grande y unos sponsors que apoyen ese futuro y ahora mismo no estoy para liderar un proyecto de la magnitud que necesita el ciclismo para ser World Tour».

Cifró en nueve millones el presupuesto que necesitaría el equipo en el futuro y tiene claro quién debe figurar a la cabeza: «Igor está llamado a liderar un gran proyecto. Yo no soy la persona que debe decirlo, pero tiene que haber un gran proyecto, con más dinero del que tenemos ahora. Es una cantidad que Euskaltel puede conseguir con otros sponsors. Ese proyecto necesita un gran líder y para mí ese gran líder es Igor».

El que hasta el 31 de diciembre ejerció de manager del equipo acudió a la presentación vestido de calle con una mano lesionada por un accidente doméstico. En esta situación de incertidumbre que rodea al equipo reiteró a GARA que nadie se ha dirigido a él de momento para ofrecerle ese proyecto, pero estaría dispuesto a asumir esa responsabilidad después del año sabático que se ha tomado para descansar. Claro que, como todos, el problema principal que ve es el económico, porque difícilmente se puede pensar que Euskaltel va a poder en la situación de crisis actual aumentar su aportación a más del doble de lo que invierte ahora.

Samuel defiende la filosofía de cantera

Madariaga, que trasmitió en su día la decisión de seguir con la Fundación Euskadi en el trabajo con el ciclismo de base, venía a entender que Euskaltel pudiera cambiar de política y abrirse a corredores extranjeros cansado de que la filosofía que ha defendido estos 19 años no haya permitido tener más recursos económicos: «Todos nos dicen que está muy bien la filosofía, pero luego hay que meterse la mano al bolsillo para que siga adelante». Más ferviente se mostraba Samuel Sánchez, que señalaba que «yo he salido de esta cantera y, si no es por esa ideología, ni hubiese sido ciclista profesional ni Castroviejo e Intxausti estarían en Movistar, ni Zubeldia e Irizar en Radio Shack... Hay que seguir sacando corredores de la base, eso debe ser indiscutible».

Samuel ponía el ejemplo de Rabobank: «Tiene una ideología parecida. Trabajan la cantera y sus líderes y el 80% de la plantilla son holandeses con Gesink, Mollema y Kruisjwijk. Luego hacen buenos fichajes como Luis León, Breschel o Barredo. Esa podía ser una fórmula que aquí funcionaría».

En cualquier caso, el asturiano se mostraba partidario de aislarse de todo lo que rodea al futuro del equipo y «centrarnos en dar pedales para que Miguel tenga argumentos que presentar a los sponsors». Además el equipo necesita dinero, pero también puntos para poder seguir como World Tour y Gerrikagoitia volvió a manifestar en la presentación que todos los corredores deberán asumir responsabilidades para lograrlos. Máxime cuando Samuel tendrá un calendario con menos pruebas World Tour. De su programa habitual no correría París Niza ni las clásicas ardenesas «para guardar fuerzas para el Tour, que este año empieza antes en junio. Debemos apostar todo al Tour y a los Juegos y hay que alargar la forma».

Serán sus dos grandes objetivos de la temporada y se mostró positivo por el trazado que tendrá en ambos. Del Tour agradecía que se haya suprimido la crono por equipos porque «a una escuadra como la nuestra le beneficia. El año pasado dimos el 100% y no fue suficiente para no perder tiempo en la general con corredores de equipos que tienen gente más potente. También me gusta que haya más kilómetros de contrarreloj individual porque es un terreno en el que puedo sacar tiempo a los escaladores puros, aunque también hay corredores que suben y contrarrelojean bien. Será un Tour abierto e intentaremos mantener el nivel de estos años. Si es así, los resultados llegarán».

Samuel se prepara además para un año especial porque defenderá en Londres el título olímpico conseguido en Beijing 2008: «Será especial porque recordaré lo que viví hace cuatro años y porque hay pocas oportunidades en la vida de ir. Puede ser la última y el recorrido es más exigente de lo que se dice, con ocho vueltas a un circuito con repechos. Es muy táctico y nos viene bien».