El consejero de Interior, Rodolfo Ares, negó ayer que haya habido una «llamada desesperada» al PNV en los términos que Iñigo Urkullu hizo público el viernes, así como que Lakua esté en riesgo de quiebra, y criticó que desde Sabin Etxea se intente «instrumentalizar conversaciones privadas sacándolas de contexto».

En declaraciones a la Cadena Ser, Ares indicó, además, que el PSE sigue queriendo «discutir con el PP y PNV, así como otras formaciones, cambios y reformas que puedan hacer una fiscalidad más justa y progresiva».

Ares, que no se mostró partidario de «desvelar conversaciones privadas», sí negó que haya habido una «llamada desesperada al PNV en los términos que decía Iñigo Urkullu y mucho menos que Euskadi esté al borde de la quiebra». «Es verdad que estamos pasando dificultades, pero Euskadi es una comunidad solvente y me parece una irresponsabilidad que un dirigente político traslade una impresión de casi quiebra o quiebra porque afecta a la imagen», dijo.

Lamentó que se haya intentado «instrumentalizar conversaciones privadas sacándolas de contexto para trasladar que ha habido llamadas angustiosas cuando esto no ha sido así».