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Montanier presentó en el Camp Nou un once inicial muy joven con tres jugadores que el año pasado estaban en el filial

Nunca una derrota supo tan bien

La palabra «satisfacción» predominó en las manifestaciones de jugadores y técnicos realistas tras hacer sufrir al Barcelona en su campo.

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Joseba ITURRIA

La expedición de la Real regresó ayer a Donostia muy satisfecha a pesar de la derrota encajada en el Camp Nou. En el fútbol actual la máxima que prevalece apunta a que el resultado no es lo más importante, sino lo único importante. Por eso un periodista criticaba al director deportivo de la Real, Loren, por decir el miércoles que el resultado quizás no iba a ser importante en el Camp Nou. Y no lo fue porque la derrota estaba dentro de lo presupuestado y porque los blanquiazules buscaron hasta el final romper ese pronóstico y dejaron muy buenas sensaciones en la segunda parte y, sobre todo, en los últimos minutos.

No tuvo nada que ver la derrota con la de la pasada temporada, tanto por el resultado (2-1 por 5-0), como por la imagen y por las alineaciones. Montanier presentó un once con tres jóvenes que el año pasado estaban en el Sanse y una media de edad de 24,5 años, casi dos menos de los 26,4 del once del año pasado. Aranburu fue el único de más de 28 que jugó de inicio y destacó la presencia de tres chavales que no superaban la veintena.

Dos de ellos, Griezmann e Iñigo Martínez, fueron los jugadores de campo más destacados y Rubén Pardo, a sus 19, cumplió, aunque físicamente le falta algo para competir en Primera y es mejor que hasta junio juegue más minutos en el Sanse. Disputó su segundo partido como titular tras el de Copa de Granada, pero en Liga apenas llevaba 31 minutos en cuatro partidos.

La actuación de los jóvenes fue uno de los aspectos destacado por Montanier: «El Barcelona mereció la victoria, pero al tener un gol de diferencia, hemos buscado el empate hasta el último minuto y estoy satisfecho del comportamiento del equipo. En el segundo tiempo hemos estado mejor con el balón, tuvimos dos o tres buenas ocasiones y los jóvenes tuvieron un buen comportamiento. Es una satisfacción para mí ver que el equipo va a continuar mejorando».

Los elogios de Guardiola

Pep Guardiola dijo tras sufrir que «en un partido de fútbol se puede esperar que en la primera parte ganes 4-1 y que al final sufras porque son buenos. Xabi Prieto es imparable en el juego aéreo, va muy bien en las caídas, llegan y centran y, cuando han salido Agirretxe y Llorente, es inevitable que te metan ahí. No pasan el juego por el centro, Bravo es un artista colocando los balones, es el medio centro del equipo, las pone donde quiere. Tiene un pierna fantástica y son gente alta. El más alto nuestro tiene 1,83 y es normal que te provoquen angustia. Habíamos generado suficiente juego para no llegar a esa situación, pero si llegas al final con un gol de ventaja, hay que apretar los dientes, defender duro y a lo que salga».

Esas palabras hablan del meritorio partido realista. Porque el Barcelona jugó con muchas bajas, pero también la Real tenía las de Illarramendi, Elustondo y Zurutuza y comenzaron el partido cinco jugadores que no han sido titulares en los últimos partidos. Con ese equipo tan joven la Real jugó un partido muy digno, marcó un gol, cosa que no hacía en el Camp Nou desde 2003, tuvo otros cuatro remates entre los tres palos y llegó al área del Barcelona 18 veces, justo la mitad que los azulgranas.

Marcelino asume que no se sentará el lunes en Anoeta

La derrota encajada ayer por el Sevilla en casa ante el Villarreal (1-2) deja a su entrenador, Marcelino Toral, al borde de la destitución, algo que empezó a asumir cuando le preguntaron por los gritos del público, que reclamaban su dimisión. Dijo que «tengo un tremendo respeto por la afición, y si los que toman las decisiones consideran que soy el responsable, lo asumiría con muchísima lástima y muy a mi pesar. Así es la vida, pero no voy a dimitir. No me sorprende que no me hayan destituido, pero si así fuera, no lo podría considerar injusto».

Añadió que tras el partido los dirigentes del club bajaron al vestuario, «como siempre», para saludar a la plantilla y hablar del encuentro, pero no sobre su futuro como técnico, que está muy cuestionado porque su equipo está a cuatro puntos del descenso. Marcelino, que había vivido una semana movida con enfrentamiento con Kanouté en un entrenamiento, firmó su acta de defunción al salir en la segunda parte con 1-1 con un planteamiento exageradamente ofensivo, con tres defensas, que aprovechó el cuadro castellonense para ganar. J.ITURRIA

EL DATO

La alineación que presentó Montanier en el Camp Nou tuvo una media de edad de 24,5 años, casi dos menos que los 26,4 del once de Lasarte en el partido de la pasada temporada, en la que los blanquiazules perdieron por 5-0.

Pardo, contento por «debutar de titular en uno de los mejores campos»

Rubén Pardo manifestó tras el partido que «el mister me dijo entre semana que me preparara porque tenía opciones de jugar, me puse a tono con el equipo y estoy muy contento por debutar de titular en uno de los mejores campos».

Calificaba el partido como «bastante serio por nuestra parte. El gol de Vela nos ha metido en el encuentro, hemos reaccionado bien y el Barcelona ha estado pidiendo la hora. Estamos muy contentos por el trabajo porque el Barcelona es el mejor equipo del mundo y nunca es flojo. Todos sus jugadores, ya sean del primer equipo o los del filial, son muy buenos, tienen un equipazo y hemos hecho un partido para estar orgullosos. La pena es el resultado. Veníamos a sacar los tres puntos, pero esto no fastidia. El equipo está muy contento y va a seguir trabajando para ganar al Sevilla en Anoeta». J. ITURRIA

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