Joseba Etxarte Agricultor | cerealista y ganadero ecológico, miembro de la Ejecutiva del sindicato agrario EHNE
¿Cuál es mi huella de consumo?
Si decides optar por un modelo de consumo local, directo, sostenible y responsable, dejarás la mínima huella o impacto ecológico, pero el mejor futuro.
Paso a paso vamos dejando huella. Si definimos esa huella como el impacto am- biental que dejamos en nuestro día a día, me surge una duda. ¿Cuál sería mi huella de consumo? Estaba pensando en una cifra, cifra que me dejara más o menos tranquilo. Pero mi esperada y sencilla respuesta tenía detrás algo más que un simple número.
Detrás de esa cifra hay centenares de familias que hoy en día se dedican al milenario oficio de la agricultura y la ganadería. Hombres y mujeres que con su trabajo diario consiguen ofrecer alimentos que diariamente están en nuestros platos. Comencé, en mi reflexión, a pensar si realmente su trabajo me alimentaba y, el descubrir que realmente no conocía la procedencia de lo que comía me hizo apostar por un consumo responsable.
Este consumo responsable pasa por consumir alimentos producidos por las manos de las personas agricultoras y ganaderas de nuestra región o comunidad. Nuestro sector primario ofrece una infinidad de productos de altísima calidad, en muchos de los casos, altamente contrastada. Qué decir de nuestras verduras o frutas, nuestra ganadería, los quesos, los vinos, el aceite, la miel, etc... Que nos dan la posibilidad de obtener estos alimentos producidos casi en la puerta de casa.
Un consumo responsable pasa por un consumo local. Pero este consumo local, además, tiene muchos más beneficios. Contribuye a que un sector tan castigado como el primario revalorice su importancia al ver que sus vecinos agradecen los frutos de su trabajo y que los alimentos no van a una gran multinacional o industria que defiende un único número, el de sus intereses económicos. Además de esta revalorización del trabajo de las personas agricultoras y ganaderas, el consumo local también participa en el mantenimiento del empleo local rural. Este empleo rural supone un mantenimiento de la vida en los pueblos, una salida al grave problema del despoblamiento rural.
El contacto directo entre las personas consumidoras, agricultoras y ganaderas, demuestra la importancia que también tiene el trabajo primario en el mantenimiento del medio en el que uno vive. Un modelo agrícola y ganadero sostenible donde la simbiosis con el medio es total y que esculpe los increíbles paisajes que conforman nuestra tierra, a la vez que hace muy atractivo el paseo por nuestros pueblos. Un modelo sostenible, extensivo o ecológico, que partiendo del aprovechamiento que da cada zona y con un consumo de agua responsable, lucha día a día contra el cambio climático.
En definitiva, esa cifra que buscaba al principio, se convierte en el número de familias que luchan porque el fruto de su trabajo sea reconocido y perdure muchos años. Si decides optar por un modelo de consumo local, directo, sostenible y responsable dejarás la mínima huella o impacto ecológico, pero el mejor futuro. El sindicato agrario EHNE te invita a poner en práctica esta reflexión sobre el consumo y la huella ecológica participando en el II Mercado Agrario Transparente que ha organizado hoy sábado, 11 de febrero, en el Paseo Sarasate de Pamplona.