El Tribunal Supremo español (TS) ha rebajado la sanción de seis meses de empleo impuesta en primera instancia a un guardia civil del puesto de Tafalla que confesó haberse presentado en el cuartel con «una cogorza de cojones», porque el agente no se emborrachó estando de servicio. El Supremo fija una sanción de carácter leve, castigada solo con cuatro días de pérdida de sueldo.

Diez minutos antes de comenzar el servicio a las 22.00 del 30 de enero de 2006, el guardia civil se presentó ante su superior y le espetó: «Llevo una cogorza de cojones. Prefiero decírselo antes que darme por indispuesto. He estado bebiendo y no voy en condiciones de entrar esta noche de servicio». En ese momento, el comandante le retiró el arma reglamentaria.