Primera victoria del año
No puede haber mejor estreno victorioso para 2012
Henchidos de eficacia, los rojillos golpearon en las tres primeras ocasiones que llegaron a la meta de Valdés a un Barcelona que no encontró en ningún momento su sitio en un terreno de juego helado.
OSASUNA 3
BARCELONA 2
Natxo MATXIN
Osasuna no pudo estrenarse mejor con su primera victoria de 2012, ante el mejor equipo del mundo, jugándole de tú a tú, con una eficacia digna de los grandes y aclimatándose mejor a las duras condiciones climatológicas y del terreno de juego. Además, el técnico rojillo, José Luis Mendilibar, se quitó de encima ese sambenito de no saberle jugar a los equipos más lustrosos, y también la espina que había quedado clavada en la afición tras el tortuoso 8-0 que la escuadra culé infligió en la primera vuelta al conjunto navarro en el Camp Nou.
Además de jugar muy bien, contra un equipo grande se necesita ese pelín de fortuna obligado para hacerle daño. Y Osasuna, que saltó muy bien plan- tado y tapando con solvencia los huecos e incluso disputándole la posesión del esférico a los culés, materializó las dos primeras oportunidades de que dispuso.
Lekic, que se había estrenado en El Molinón, quería continuar con la racha. Los azulgranas, incómodos a más no poder por la disposición táctica local y las condiciones del césped de El Sadar, recibieron su primer zarpazo sin apenas enterarse. Osasuna llegó por la izquierda con Raitala, quien combinó con su pierna mala a la frontal del área, donde el ayer omnipresente Raúl García cedió de espuela al balcánico para anotar pegado al poste. Excepto el Real Madrid, nadie había conseguido marcarle tan rápido al Barcelona.
Messi trató de tirar de los suyos con varias incursiones, pero la zaga rojilla, muy juntita y con constantes ayudas, evitaba que llegase el empate, aunque Alexis llegó a conseguirlo, aunque en un fuera de juego, que luego se reveló inexistente. Los de Guardiola seguían muy incómodos, sus posesiones apenas tenían continuación y los rojillos seguían henchidos de precisión.
La que volvió a tener de nuevo Lekic para anotar el 2-0 en la segunda llegada con claridad a las inmediaciones de Víctor Valdés. Raúl García, otra vez protagonista, abrió el juego al flanco derecho, con caño incluido a Puyol para que Cejudo le pusiese el gol en bandeja al serbio llegando desde atrás por la calle de en medio y desatando el delirio en el graderío local.
Hacía mucho tiempo que el Barcelona no encajaba un resultado tan adverso, y todavía quedaba toda una segunda parte, para la que el técnico culé se la jugó con los canteranos, pese a tener en el banquillo a Xavi, Iniesta y Cesc. El campo no estaba para excesivas florituras y amagó con la reacción gracias al tanto anotado por Alexis, que metió muchísimo miedo en el cuerpo en una voltereta culé.
Pero el acierto local siguió intacto con la reanudación. A la primera ocasión, Raúl García puso otra vez tierra de por medio y, a partir de aquí, comenzó el festival de Andrés Fernández, que ya había dado muestras de su seguridad en acciones anteriores. El guardameta murciano realizó dos paradones a Messi y Tello, pero no pudo evitar el 3-2 del activo canterano.
Ya con el cansancio haciendo mella, Osasuna se defendió como gato panza arriba, con otro fuera de juego muy protestado por los visitantes -la peinó un compañero antes de que Tello marcase- y otra vez Andrés Fernández convirtiéndose en protagonista al parar un cabezazo a Cesc con el tiempo cumplido.
El encuentro tenía una trascendencia máxima por la distancia que el Real Madrid lleva al Barcelona, que no podía permitirse ningún tropiezo más. Sin embargo, entre las inusuales condiciones del campo y que Guardiola reservó a sus hombres clave en el medio campo por dicha circunstancia y por el encuentro del martes en Alemania, para cuando los culés se dieron cuenta Osasuna ya había puesto mucha tierra de por medio y casi declinado la Liga del lado merengue.
Los rojillos se convirtieron en auténticos jueces del campeonato de la regularidad porque, si se cumplen los pronósticos, el Real Madrid superará hoy al Levante y la distancia con los catalanes se agrandará hasta la decena de puntos, lo que parece todo un mundo en estos momentos.
Es más, los de Guardiola dieron la sensación de que, por lo visto en El Sadar, ya han dado por perdida esta competición y que van a poner todas sus fuerzas en conquistar los dos títulos en los que todavía están vivos, como son la Champions -el de Santpedor habló de que tienen la obligación de defender su condición de campeón- y la Copa, donde se medirán al Athletic. N.M.
El preparador osasunista, José Luis Mendilibar, pudo respirar y se quitó el lastre de no haber ganado todavía en lo que se llevaba de año, además contra un rival de campanillas. La clave, a su juicio, estuvo en el comienzo fulgurante de los suyos: «Hemos salido muy enchufados y, para cuando han querido, ya estaban por detrás en el marcador. En el segundo, nos han apretado y complicado más la existencia», explicaba.
Esa actitud y que el equipo metió casi todo lo que llegó al área rival. «Hemos tenido la capacidad de hacer gol, si no, no ganas», reconoció el zaldibartarra, quien admitió asimismo que el vestuario «está muy contento», sin olvidarse de los apuros de última hora.
«El balón ha estado entonces siempre en nuestra área, ellos circulan la pelota como si fuese balonmano y te buscan espacios en cualquier lado. Sufres mucho porque ves que te pueden hacer gol en un determinado momento y a nosotros ya nos costaba mucho salir de nuestra zona», describió.
También se refirió a la jugada polémica del posible empate a tres de los culés. «No sé si ha tocado o no el balón de cabeza, pero un jugador anterior hace amago de jugarlo y eso ya supone participar en la jugada», aclaró.
Al técnico azulgrana, Pep Guardiola, no le dolieron prendas en asumir que Osasuna «fue mucho mejor en la primera parte» y «si hemos estado bien en la segunda en este campo también podíamos haber hecho lo propio en esa primera mitad». N.M.
Seis años más tarde, el Barcelona volvió a morder el polvo en El Sadar, un campo que tradicionalmente se le había dado bastante mal, una tendencia invertida por la escuadra de Guardiola. El encuentro vivido ayer recordó a aquellos duelos de las primeras temporadas de los años ochenta, en los que los rojillos se dejaban el alma sobre el campo.
No es habitual dadas las grandes restricciones que se viven en los controles de seguridad de Graderío Sur, pero ayer los hinchas de esta zona de El Sadar pudieron desplegar una gran ikurriña en los prolegómenos del choque. El partido merecía el esfuerzo y, al final, pese al gélido frío, el público se lo pasó de lo lindo con la victoria de su equipo.
