Internacional
Nuevas y viejas estrellas
En la Premier League ha nacido una estrella, Oxlade-Chamberlain, mientras otras se resisten a colgar las botas, como Giggs o Henry.
Joseba VIVANCO
Sobrecogidos por la precipitación a los infiernos del Glasgow Rangers, después de 140 años de legendaria historia y tras entrar en bancarrota económica -peligra hasta su partido este sábado ante el Kilmarnock- dejando la competición en bandeja al Celtic, este fin de semana descansa la Premier inglesa y menos mal, porque después del affaire Luis Suárez-Evra... Pero es una pena, porque estamos deseando contemplar al imperecedero Ryan Giggs -que acaba de renovar a sus 39 años- disputar su partido número 900 con el ManU, curiosamente, más encuentros que todos los que su vecino el City ha jugado en dicha Premier. Por cierto, su compañero de añadas Paul Scholes ha sido el segundo jugador en alcanzar las 300 victorias en la competición tras... Giggs.
No hay fútbol en las Islas, pero sí destellos que nos dejó la pasada jornada. Como los de la nueva perla gunner, Alex Oxlade-Chamberlain Ox. Desde que a los 19 años Niall Quinn anotara ante el Liverpool en el año 1985, ningún jugador del Arsenal había tenido un debut tan sorprendente.
Con 18 añitos fue fichado por Wenger por 14 millones de euros, tras ayudar con nueve goles en 34 partidos al Southampton a conseguir el ascenso a segunda división el año pasado. Recuerda por su aspecto a su compañero Teo Walcott -también procedente del Southampton- y su capitán Robbie Van Persie ha dicho de él: «Me recuerda a un periodo mío cuando estaba destacando y tenía 18 o 19 años. No es alguien que piense en las cosas negativas, solo piensa en positivo, y así se puede disfrutar del fútbol». Ya ha firmado con una importante marca deportiva y se pueden ver carteles con el lema ``Aún no has visto nada''.
Quien ya no es un jovencito, pero sigue atesorando mucho fútbol en sus botas es Enmanuel Adebayor. En el enorme Tottenham-Newcastle (0-5), dio cuatro asistencias de gol y marcó uno, y los Spurs aventajan ya en 10 puntos a Chelsea y Arsenal. Por cierto, en la enésima victoria en el histórico derbi `de las dos ciudades', Manchester United-Liverpool, el delantero Wayne Rooney le había hecho dos goles en 1.515 minutos a los Reds hasta la fecha; pues el domingo le hizo 2 en 3 minutos.
Nada que ver con Sergio Kun Agüero, autor de 18 goles para el City en 22 partidos en estadios de Manchester y Londres, pero que lleva sin acertar ni un solo intento en los 12 encuentros celebrados fuera de dichas ciudades. El yerno de Maradona debería pedir consejo a Thierry Henry. En su última cita liguera y despedida de Londres antes de su regreso al Red Bulls de Nueva York, el exinternacional francés rubricó en el minuto 90 el gol de la victoria por 1-2 del Arsenal en la cancha de los gatos negros del Sunderland.
Por cierto, que un `colega' de Henry, Nicolas Anelka, tras cuatro temporadas en el Chelsea y tras bromear hace cuatro meses con «lo viejísimo» que se sentía, ha fichado por el Shanghai Shenhua, un coloso de la liga china, y a sus 32 años se ha embarcado en una odisea asiática en la que está ilusionado.
Pero hablando de gatos, el que saltó al campo en el choque entre Liverpool y Tottenham Hotspur de hace unas fechas y que desde entonces se ha convertido en la sensación de Internet, donde ya cuenta con más de 20.000 seguidores en una cuenta en Twitter. Uno de los tweets decía: «La leche es muy cara en los estadios de fútbol, es una estafa». Pero la fama te crea enemigos y `Wimblydon', el gato mascota del Manchester City, ha sido entrevistado en la web del club y no ha reaccionado bien a las insinuaciones de que ya no es el gato más famoso de la Premier. Lucha de gatos...
Lucha pero de gallitos veremos este domingo (21.40, Gol TV) en la Ligue 1. El líder PSG recibe al segundo y sorprendente Montpellier, que no ha encajado ni un gol en los últimos siete partidos. Solo esperemos que sea tan espectacular como el Lille-Girondins de Burdeos, que acabó 4-5. Nada menos que 37 años después de que Les Dogues encajaran por última vez cinco goles en casa, el Girondins lo condenó a la misma suerte.
Suerte es la que no tuvo un Inter de Milan de capa caída. Hasta 30 disparos registró el domingo sin acertar ninguno, más que ningún otro equipo en ningún partido de la Serie A esta temporada, y acabó perdiendo en casa a manos del colista Novara. Con éste, los interistas han perdido ya cuatro de los cinco últimos choques disputados en todas las competiciones, y en ninguna de dichas derrotas ha logrado perforar la meta rival. Su vecino, el Milan, consiguió por fin ganar esta temporada a uno de los cinco primeros, 1-2 al siempre difícil Udinese.
Quien gana y gana es nuestro viejo conocido Jupp Heynckes, que festejó con el 2-0 del Bayern de Múnich sobre los Diablos Rojos de Kaiserslautern su triunfo número cien como técnico del campeón alemán. Gracias a los goles de Mario Gómez y Thomas Müller -increíble, pero el ganador de la Bota de Oro en Mundial de Sudáfrica, marcó su primer gol en 140 días-, el Bayern pudo permanecer pegado a la rueda del líder y defensor del título, el Dortmund, que no pierde en liga desde setiembre.
En la Bundesliga, el Borussia Mönchengladbach, que está cuajando una temporada grandiosa, liquidó por 3-0 al Schalke 04 de Raúl. Máxima emoción en un campeonato que ha batido sus récords de asistencia en la primera mitad de la temporada. Un total de 6,78 millones de aficionados llenaron las gradas, con una media de 44.345 espectadores por partido, un aumento de un 7% con respecto a la campaña anterior.
Alemania, 1974. Zaire es la primera selección africana en acudir a un Mundial. El 22 de junio se miden a la gran Brasil. El rumano Nicolai Rainea sanciona a los africanos con un libre directo. Ordena la barrera, se retira e indica con el silbato que puede lanzarse la falta. Un par de metros por detrás del balón, el gran Rivelino duda. De repente, un leopardo verde sale corriendo de la barrera y golpea el esférico con toda su alma. Se llama Ilunga Mwepu, lleva el número 2. No conocían las reglas, dice la leyenda. «La guardia de Mobutu nos encerró en el hotel y nos amenazó con no dejarnos regresar si perdíamos por 4-0», confesó el famoso jugador africano que hoy, se dice, vive en la miseria; perdieron por 3-0. Mucho ha cambiado desde entonces el fútbol africano, tanto que las ligas europeas, el mayor escaparate mundial, están plagadas de jugadores llegados desde el continente negro.
Una prueba de ello ha sido el `éxodo' de futbolistas para la reciente Copa de África y eso que algunas de las más poderosas selecciones no se clasificaron. Pero este gran evento celebrado en Guinea Ecuatorial y Gabón nos ha dejado una vuelta de tuerca más en la evolución del fútbol africano, esa que aventura que los africanos serán los futbolistas del mañana. Y todo porque el campeón no fue ni Senegal, ni Ghana, ni Marruecos, ni Mali, ni Túnez, ni la finalista Costa de Marfil plagada de estrellas millonarias.
El título se lo llevaron los Chipolopolo de Zambia -cada jugador recibirá de su gobierno 59.000 dólares, en un país donde el producto interior bruto no supera los 1.500 dólares per cápita-, un combinado en el que solo cuatro de sus integrantes juegan fuera de África, uno en Suiza, otro en Rusia y dos en China. La mayoría de sus miembros lo hacen en Sudáfrica y en el equipo congoleño Mazembe, el mismo que deslumbró en el Mundialito de Clubes de hace dos años. Para los analistas, ha ganado el fútbol de equipo, el juego organizado, por encima del habitual fútbol de selecciones africano que se asemeja más a un puzzle de estrellas. Solo hay que recordar a la Camerún de Clemente. J.V.