Nuevas protestas ante el grave estado del preso palestino Khader Adnan
Cisjordania y Gaza fueron escenario de protestas en apoyo a Khader Adnan, que el 18 de diciembre inició una huelga de hambre en contra de la «detención administrativa» que Israel aplica a los presos palestinos. Encadenado a una cama de hospital, su estado era muy grave.
GARA | GAZA
Khader Adnan, de 34 años, fue arrestado sin cargos el 17 de diciembre cerca de Jenin, en el norte de Cisjordania, durante un operativo del Ejército israelí, que le acusó de ser miembro de la Yihad Islámica. Al igual que a otros 310 de presos palestinos, le aplicaron la llamada «detención administrativa», lo que permite que un preso pueda permanecer indefinidamente encarcelado sin derecho a juicio ni a conocer los cargos que se le imputan. Ni siquiera sus abogados tienen derecho a saber los motivos de la detención.
En protesta por esta legislación especial, que data de los tiempos de la colonia británica, Adnan inició justo un día después de su detención una huelga de hambre indefinida que, en palabras del ministro palestino de Prisiones, Isaa Qaraqae, le ha convertido en todo un símbolo «en defensa de la dignidad» en los territorios ocupados y en el ámbito internacional.
En estos dos meses ha perdido 40 kilos. Ante la gravedad de su estado, fue ingresado en el hospital de Safed. Su esposa Randa lo pudo visitar el pasado día 7 por primera vez desde su detención. «En todo este tiempo no le han permitido ducharse ni le han permitido vestir ropas de abrigo en este frío invierno», remarcó. La Asociación de Médicos para los Derechos Humanos-Israel denunció en un comunicado que continuaba «encadenado a la cama del hospital, lo que supone una violación de la ética médica, de las regulaciones del Departamento de Salud e, incluso, de lo que dicta la propia Administración penitenciaria israelí».
Tras visitarlo el martes, su abogado, Jawad Boulos, constató las «condiciones infrahumanas» en las que se encuentra Adnan, a quien encontró encadenado de pies y manos. El lunes, un tribunal militar rechazó su excarcelación.
Su delicado estado ha provocado una ola de solidaridad y de protestas. Ayer, un millar de palestinos se concentraron frente a la prisión de Ofer, en Ramallah, portando retratos de Adnan. La Policía israelí los dispersó con gases lacrimógenos y pelotas de goma. En Gaza, donde también hubo movilizaciones, convocaron una huelga de hambre de un día. «El mundo debe obligar a Israel a restablecer los derechos de los presos palestinos», incidió Qaraqae.
El relator especial de la ONU sobre los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, Richard Falk, instó ayer a la comunidad internacional a presionar de manera «urgente» al Gobierno israelí para evitar la muerte del preso Khader Adnan.
«Llamo a la comunidad internacional y, especialmente, a aquellos estados con relaciones con Israel, a que insten al Gobierno israelí a cumplir sus responsabilidades bajo la ley internacional y más urgentemente en lo que concierne al caso de Adnan», subrayó Falk. Advirtió de la gravedad de su estado, al tiempo que reclamó a Israel «medidas inmediatas y eficaces» para salvar la vida del preso palestino y garantizar sus derechos.
«El tratamiento inadecuado de los miles de prisioneros palestinos por el Gobierno israelí debería ser motivo de gran preocupación para la comunidad internacional y es un problema al que estoy prestando mucha atención en el contexto de mi actual visita a la región», remarcó el relator de la ONU.
Falk le recordó a Isarel que debe cumplir sus obligaciones legales con respecto a los 4.500 palestinos que mantiene presos, de los cuales 310 están en situación de «detención administrativa». GARA
«He sido humillado, golpeado y hostigado sin ningún motivo. Juré por Dios que lucharía contra esta política que priva a los presos de los más elementos derechos humanos», escribió Adnan en una carta que hizo llegar a su abogado.