Los concejales de Bildu de Gasteiz Kike Fernández de Pinedo y Antxon Belakortu quisieron sacar ayer los colores al PP por su «presupuesto de la vergüenza». Basándose en datos, los representantes de la coalición denunciaron ayer lo que calificaron como «el ataque más salvaje a la cultura en el municipio desde la muerte de Franco».

De acuerdo a las cifras de un informe solicitado por Bildu a la consejera del servicio de Planificación Cultural y Fiestas, Encina Serrano, en 2010 y 2011 las corridas de toros generaron más de un millón de euros de déficit. «Si a esta cantidad le sumamos los más de 300.000 euros que va a costar esta temporada el Iradier como recinto taurino, estamos hablando de la misma cantidad que suman las 36 partidas culturales que Javier Maroto ha suprimido», explicó Belakortu. «Es sangrante pagar casi 800.000 euros a las figuras del toreo y a sus cuadrillas, y luego quitar, por ejemplo, los 15.000 euros del convenio de integración musical para niñas y niños con discapacidades», sentenció el concejal.

«Destruyendo» la cultura

Para el portavoz Fernández de Pinedo, el alcalde de Gasteiz «no está ajustando la cultura; la está destruyendo, porque mientras que ajusta el presupuesto el 12%, la cultura baja el 50». «Las partidas para teatro, arte y la creación y expresión musical se han visto especialmente castigadas con esta decisión», explicaron los representantes. «Por poner algunos ejemplos concretos, se pueden citar a Teatro Paraíso, el Festival Big Band, o la Bertsoeskola, pieza fundamental en la normalización lingüística, para que luego diga Maroto que el euskara no se toca», agregó Fernández de Pinedo. El edil añadió que «no estamos diciendo que no se subvencione al Azkena, al Festival de Jazz o al FesTVal, que son de las pocas partidas que aumentan, lo que argumentamos es que si hay más de 8.000 euros para comprar 1.000 libros a un candidato del PP, también lo hay para otras cosas».

«El PP demuestra su concepción neoliberal y consumista de la cultura -continuó-, mientras que discrimina el tejido sociocultural, que trabaja en red, de creación popular».

El concejal de Bildu terminó apuntando que «no se puede cortar el grifo sin información previa a colectivos y particulares que ya tenían programas cerrados, porque además se está agrediendo la integridad personal y profesional, por no hablar del más de medio centenar de puestos de trabajo que se podrían perder».