El hacinamiento eleva a 357 los presos muertos en un incendio en Honduras
El número de presos fallecidos en el enorme incendio ocurrido en la Granja Penal hondureña de Comayagua, en la que podría ser la mayor tragedia sucedida en un centro penitenciario, ascendería a 357, muchos de los cuales habría perecido asfixiados o calcinados en sus celdas. El complejo albergaba 853 reclusos, casi el doble de su capacidad. Los angustiados familiares fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad cuando intentaban acceder al recinto.
GARA | COMAYAGUA
El grave incendio arrasó el martes por la noche la Granja Penal de Comayagua, en Honduras, causando la muerte a más de 350 presos. El balance de víctimas mortales varía, aunque la Fiscalía General informó de 357 fallecidos, asfixiados o calcinados. Medios locales elevaban la cifra hasta los 375 muertos y el ministro de la Seguridad, Pompeyo Bonilla, declaraba a AFP que hay 272 muertos confirmados, pero creemos que podrían ser más de 300». Lo que no hay duda es que podría ser la mayor tragedia ocurrida en un centro penitenciario.
Para «garantizar la transparencia» en la investigación, el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, anunció ayer la suspensión «preliminar» de los responsables de administrar las cárceles en el país y de los encargados de la Granja Penal de Comayagua.
Cientos de reclusos resultados heridos, entre ellos una treintena con quemaduras graves, y fueron trasladados a los hospitales de Comayagua, a 75 kilómetros de Tegucigalpa, la capital.
El fuego empezó a las 22.55 (05.55, en Euskal Herria) por causas que se desconocen, pero el director de Instituciones Penitenciarias, Danilo Orellana fue claro al descartar que el origen fuera un motín, tal y como habían afirmado algunas fuentes, y señaló que se barajan dos causas: un cortocircuito o un incendio provocado por un recluso.
La gobernadora de Comayagua, Paola Castro, ex trabajadora social en ese recinto penitenciario, dijo a AFP que sobre las 23.10 recibió una llamada de un preso que le dijo que otro recluso le había amenazado con prender fuego a su celda. «Recibí una llamada de un recluso que me dijo que otro prisionero le había dicho: `le voy a meter fuego a esto y vamos a morir todos'. Nos estamos quemando, nos estamos muriendo todos». De inmediato alertó a los bomberos y la Cruz Roja, que no pudieron ingresar al penal debido a las medidas de seguridad.
Mostró su sorpresa porque «es una cárcel modelo. Hay programas de rehabilitación, los presos cultivan frijol y maíz y crían aves de corral y cerdos».
Más del doble de su capacidad
El fuego destruyó completamente uno de los dos módulos del complejo, en el que había «unos 500 presos», según los primeros datos ofrecidos por el portavoz de los bomberos de Comayagua, sargento Josué García.
El complejo alojaba a 853 presos, más del doble de su capacidad, que es para 400 reclusos.
Honduras tiene la mayor tasa de criminalidad del mundo con 80 homicidios por cada 100.000 habitantes, según la ONU, y se estima que su saturado sistema penitenciario se encuentra al doble de su capacidad, sobre todo por la presencia de las maras. Su capacidad es de 8.280 plazas en 24 centros penitenciarios, pero la población reclusa alcanza las 13.000 personas de un total de 7,7 millones de habitantes.
Familiares de algunos de los reclusos que sobrevivieron explicaron que algunos lograron escapar rompiendo el techo y saltando al vacío. No se descarta que haya habido fugas.
«Murieron abrasados», relató un superviviente.
Las escenas de dolor en el exterior del recinto eran desgarradoras. Cientos de familiares se agolpaban fuera esperando noticias y tras conocer las identidades de los fallecidos (de los que pudieron ser identificados ayer) trataron de acceder al interior para recuperar sus cuerpos.
Las fuerzas de seguridad dispararon al suelo y al aire para evitar que los angustiados familiares traspasaran la entrada, cuyo portón lograron abrir, y fueron respondidos a pedradas.
Cientos de reclusos han perdido la vida en motines, revueltas e incendios en América Latina en las últimas décadas, pero lo sucedido en Comayagua supera con creces cualquiera de las anteriores tragedias.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) enviará una delegación a Honduras para que investigue los hechos ocurridos en la cárcel de Comayahua, donde murieron más de trescientos como consecuencia de un incendio cuyas causas aún no han sido determinadas, y elabore un «informe exhaustivo».