Arroyo, tras catalogar de «brutal» la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy, planteó «una respuesta sindical contundente ante esta agresión». Por su parte, la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, abogó por trabajar en una convocatoria de huelga general «lo más unitaria posible en función de unos contenidos y unos objetivos, porque poner la fecha es fácil, lo difícil es arrastrar a los trabajadores y a la sociedad».

LAB celebró ayer asambleas de delegados y moviliaciones en Iruñea y Errenteria. Al término de la celebrada en la capital navarra y antes del comienzo de la manifestación que recorrió el centro de la ciuedad, Arroyo señaló que la reforma del PP «nos retrotrae a los tiempos del franquismo, en los que las relaciones laborales no estaban reguladas y no existía un sindicalismo capaz de condicionar la unilateralidad patronal».

Se trata, declaró, «de un hito histórico, de la mayor agresión, contra la clase trabajadora en cuarenta años, junto a la reforma de las pensiones que hizo el Gobierno del PSOE».

Igor Arroyo hizo especial hincapié en que la reforma «desregula las condiciones laborales y deja a trabajadores y trabajadoras a merced de la voluntad de la patronal y, al limitar la ultraactividad en los convenios, los deja en papel mojado si no se renuevan».

Descolgarse del convenio

Arroyo también criticó «la facilidad que se da a las empresas para descolgarse en los convenios provinciales», lo que calificó como «gravísimo», al igual que la nueva regulación sobre la rescisión de los contratos, que «prácticamente es el despido libre».

Además, añadió que «por veinte días por año trabajado, la patronal puede expulsar a los trabajadores» de la empresas o puede «chantajearlos» para que acepten unas determinadas condiciones laborales, ya que en caso contrario puede presentar un ERE que «no necesita autorización administrativa».

El coordinador de LAB en Nafarroa destacó que el PP ha hecho a los gobiernos autonómicos «el favor de no tener que pasar por la aprobación de los ERE y por el desprestigio político» que, a su juicio, estaba suponiendo este proceso. Además, Arroyo calificó de «gravísimo» el papel que se da a las mutuas para «controlar la salud de los trabajadores y para estar encima de los trabajadores con mala salud y obligarles a que vuelvan a los puestos de trabajo».

Tras la asamblea de Iruñea, los delegados que participaron en la misma se manifestaron luego por el centro de Iruñe precedidos por una pancarta con el lema «Ante las imposiciones, soberanía". Los manifestantes corearon consignas como "Reforma laboral, terrorismo patronal" o "Aquí trabajamos, aquí decidimos" y concluyeron la marcha ante la sede de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN).

Por su parte, la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, en una entrevista concedida a ETB, subrayó que la reforma diseñada por el Gobierno es «nefasta» y, en relación a la posibilidad de huelga general, declaró que los trabajadores no entenderían «un escenario diferente».

Demandas del capital

Etxaide aseguró que su sindicato trabaja para que haya «una respuesta conjunta, unitaria y contundente» que «no solo diga no a la reforma, sino a lo que está pasando en esta crisis». La dirigente de LAB lamentó que el Ejecutivo de Rajoy no tiene «ninguna voluntad de cambiar radicalmente las decisiones que está tomando», sino que ha optado por ser «meros transmisores y receptores de las demandas del capital europeo».

En este sentido, anunció que las empresas «van a seguir cerrando porque la reforma es nefasta para las pymes y autónomos» e insistió en que, mientras no se aborde «el debate sobre el modelo productivo y económico, totalmente agotado y fracasado, «no va a haber quien pare esta sangría en el empleo».