Sarkozy confirma su candidatura para recuperar intención de voto
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, confirmó su candidatura a las elecciones presidenciales que tendrán lugar los próximos abril y mayo, proponiéndose como el «capitán» de un país en plena tormenta y prometiendo una «Francia fuerte». Como estaba previsto, Sarkozy adelantó el anunció con la intención de superar el retraso de su campaña respecto a la de su adversario François Hollande.
GARA | PARÍS
«Sí, soy candidato a la elección presidencial», declaró Sarkozy durante una entrevista en la cadena privada TF1, la de mayor audiencia en el país, a 67 días de la primera vuelta de los comicios. El presidente explicó que su decisión no tiene nada de «automática» porque había reflexionado «durante varias semanas».
Añadió que aspira a un segundo mandato de cinco años «porque la situación hoy en día en Francia, en Europa, en el mundo, que ha sufrido una sucesión de crisis sin precedentes, hace que no pedir la confianza de los franceses sería como un abandono del deber».
Sarkozy se presentó como «el capitán cuyo barco se encuentra en plena a tormenta».
Todos los sondeos señalan hasta ahora que perderá ante su rival del PS François Hollande.
La entrada en liza del presidente era un secreto a voces y, de hecho, lleva en campaña efectiva hace semanas, con continuas críticas al programa del PS en cada una de sus apariciones públicas.
Lo que sí ha tenido que hacer es adelantar el anuncio para intentar cuanto antes recuperar la desventaja respecto a Hollande.
El candidato del PS restó importancia al anunció. «El guión está escrito: el candidato nos promete algo nuevo, va a tratar de reforzar sus puntos débiles. Se ha equivocado durante cinco años y justo esa será su experiencia», afirmó durante su segundo gran mitin en Rouen.
Después de haber esbozado durante el pasado fin de semana las líneas de un programa muy a la derecha, Sarkozy insistió ayer en la organización de la sociedad y los valores que pretende promover.
«Tengo cosas que decirles a los franceses, tengo propuestas para hacerles» subrayó, con la promesa de «devolver la palabra a la gente», con un mayor uso del referéndum, incluyendo el cambio de las normas de indemnización para los parados. Afirmó que la crisis económica y financiera le ha impedido conducir las reformas que ha querido llevar a cabo durante su primer mandato. «No se puede hacer todo en cinco años. Hemos conocido durante tres años una sucesión de crisis de una violencia sin precedentes», afirmó.
«Tendremos una sociedad constituida de la siguiente manera: los que tienen fuerza y salud tendrán empleo; los que no tienen empleo, tendrán formación profesional; para aquellos que no pueden más, habrá solidaridad, la asistencia no tiene lugar», dijo el presidente-candidato. «Se habla del sueño francés. En mi larga carrera política he visto hombres que prometían el sueño. Siempre ha terminado en pesadilla», dijo, refiriéndose a su rival del PS.
Encuestas a la baja
Con cerca del 25% de las intención de voto para la primera vuelta el 22 de abril, el jefe de Estado no acaba de despegar en las encuestas y ha sido superado durante meses por su principal oponente, François Hollande. Este último obtendría entre el 57% y el 60% de las intenciones de voto en la segunda vuelta, el 6 de mayo. Esto ha obligado a Sarkozy a acelerar su entrada en campaña cuando en principio pensaba mantener hasta principios de marzo la actitud de «presidente coraje» frente a la crisis, capaz de tomar medidas económicas impopulares, como el aumento del IVA anunciado recientemente.
Pero tras su anunció de ayer no esperará más. Hoy mismo hará su primera salida como candidato oficial en Annecy, donde se ha previsto una reunión pública antes del primer gran mitin de campaña del domingo en Marsella.
La pasada semana ya se dirigió al electorado de derechas recurriendo a la oposición al derecho de voto para los extranjeros de fuera de la UE, la negativa del matrimonio entre homosexuales o la apelación a los valores de trabajo y la familia. El objetivo es pescar en los caladeros del Frente Nacional de Marine Le Pen, que mantiene un alto nivel de intención de voto (del 15% al 19%). Con ello, corre el riesgo de dejar más espacio al centro de François Bayrou, que con entre un 12% y un 14%, ha pedido a los «humanistas» de la mayoría presidencial que se le unan.
El primer ministro, François Fillon, opinó que la candidatura de Sarkozy es la del «interés nacional para salir de la crisis y mantener nuestra posición en la globalización»
La candidata de la ultraderecha del Frente Nacional, Marine Le Pen, blandiendo una tarjeta roja, se burló del presidente afirmando que es «un mago al que se le ven los hilos por encima del traje».
El candidato centrista, François Bayrou, estimó que «cuando el capitán ha llevado el barco hacia los arrecifes, se dice que hace falta un cambio».