Markel Irizar vivirá hoy un día especial al lucir por vez primera como profesional el número 1 que le acredita como ganador de la última Vuelta a Andalucía, donde aspira a luchar por la victoria en la primera etapa de seis kilómetros contrarreloj.

Tendrá como principal rival al ciclista que le derrotó el año pasado en el inicio de la prueba, Engoulvent, al que junto a Casper, Bennati e Iván Gutiérrez considera como mayores aspirantes a disputar un triunfo que quiere dedicar a su hijo Aimar, que hoy cumple dos años: «Tengo la ventaja de salir el último y a ver si el plus de motivación por haber ganado el año pasado me da el puntito que me falta».

Esa motivación y esta crono le han llevado a la Vuelta a Andalucía y a dejar a los clasicómanos con los que estuvo en Qatar: «Prefiero correr en Andalucía, no sé si alguna vez más me tocará defender el dorsal número 1. Tengo un gran recuerdo de la Vuelta a Andalucía y, sabiendo que con el recorrido la general es imposible, tengo muchas esperanzas en la crono. Tras un invierno con muchos contratiempo, espero hacerlo bien. He mirado el perfil un montón de veces y me parece muy buena para mí. Saldré a por todas, aunque soy consciente de que ganar será difícil porque no llego como me hubiera gustado por todo lo que me ha pasado este invierno. Es la pena que tengo».

El oñatiarra de RadioShack sufrió una aparatosa caída el 3 de diciembre que le impidió trabajar con normalidad en la concentración de RadioShack que empezaba en Calpe al día siguiente. Cuando en enero iba a viajar a Mallorca para debutar en la Challenge le atacó una gripe que le obligó a cambiar de calendario y huir del mal tiempo que esperaba en la Isla y buscar el sol del desierto de Qatar.

Experiencia positiva en Qatar

«La gripe me pasó más factura que la caída, porque desde el segundo día hice rodillo y luego en la concentración me puse casi al día. Al caer enfermo tuve que tomar antibiótico y estuve nueve días sin entrenarme en carretera, me faltaba ritmo y en Qatar estuve mejor de lo esperado», explica sus problemas.

Conoció la prueba que se ha convertido en cita obligada en la preparación de las clásicas del Norte, su principal objetivo en el inicio de la temporada: «Me ha gustado la carrera, es bastante peligrosa, pero para coger ritmo está bien. Para las clásicas, Qatar y Omán es lo mejor. No hacía calor excesivo, unos 17-18 grados, pero tienes la certeza de que no va a llover, que no es poco. Todo es llano, hay mucho viento y, aunque haya cortes y vayas en un abanico, no se para. No es como otra carrera en la que haces grupetto. La velocidad y el ritmo es mayor que en otras pruebas con puertos».

Acabó en Qatar el viernes 10 y nada más llegar a casa y ver el invierno de Euskal Herria huyó con Haimar Zubeldia para poder entrenarse y evitar riesgos: «No quería ponerme enfermo y me vine a Málaga porque tenía la ilusión de hacerlo bien en un día especial. Es la última esperanza para recuperar el tiempo perdido en un invierno complicado», aunque sabe que sus opciones se limitan a pelear por la crono hoy porque dos finales en alto le impiden aspirar a revalidar el éxito del año pasado.

Tras la ronda andaluza, Markel Irizar retomará el calendario habitual de los clasicómanos con participación en la Eroica, Tirreno y San Remo. Pasará dos días en casa y volará a Flandes para ver el recorrido del Tour de Flandes y participar en todas las demás clásicas hasta la disputa de la París Roubaix: «Serán quince días en los que estaremos allí todo el equipo junto para probar el material y entrenarnos para ayudar a Cancellara, que está bien. A ver si gana en Flandes o Roubaix».

Valverde, favorito en Andalucía

Alejandro Valverde es el favorito en una prueba que debe decidirse en los finales en alto de la tercera y quinta etapa y en la que Euskaltel-Euskadi presenta un buen equipo con sus dos líderes, Samuel Sánchez e Igor Antón.