El Athletic se clasificó la temporada pasada para disputar la Europa League, mantiene el bloque que lo consiguió y tiene, además, al frente a un entrenador que ha seducido a medio mundo con su gusto futbolístico. El Málaga ha invertido una cantidad ingente de petrodólares para que un técnico de renombre como Manuel Pellegrini pueda disponer de una plantilla repleta de nombres conocidos. Unos y otros deben, forzosamente, incluirse entre los favoritos para hacerse con uno de los billetes para competición continental. En teoría.

La realidad dice que ninguno de los dos lo ha conseguido todavía. O no con más vehemencia que cualquiera de los muchos equipos que también se están sintiendo en condiciones de viajar por Europa la próxima temporada. Ambos están viendo ensombrecidas sus virtudes.

Bien pudiera ser la inconsistencia como visitantes en el caso de los andaluces -solo han logrado dos victorias lejos de La Rosaleda, y encadenan cuatro derrotas consecutivas como visitantes-, y las dificultades para convertir en goles toda su producción ofensiva -o la maldición de los últimos minutos- en el de los rojiblancos.

Lo cierto es que ninguno de los dos ha logrado asentarse en los puestos que codicia. Ni siquiera sentarse ahora mismo. Ambos miran la 6ª plaza desde abajo, aunque sea a escasísima distancia. La teoría que les situaba entre los rivales a batir no se ha llevado aún a la práctica.

Y la teoría también exige que lo hagan cuanto antes. La tabla está apretada como nunca a estas alturas. Pero más pronto que tarde las peleas y sus protagonistas acabarán por definirse al completo, así que es momento de coger sitio. De poner en práctica lo que se espera de Athletic y Málaga. Uno de los dos debería conseguirlo esta tarde.

Carga de partidos

La teoría, en este caso, apunta a que será el equipo bilbaino. Fuerte en casa como débil es a domicilio su rival. El problema pasa, quizá, por la moral de los jugadores, que en sus dos últimos envites ligueros han visto cómo se les volvían a escapar puntos en el descuento y que en Moscú también se llevaron un buen golpe. Y sobre todo por el cansancio, que en algún momento tendrá que hacer acto de presencia, teniendo en cuenta que el equipo ha disputado 13 encuentros desde el 3 de enero, el último de ellos en condiciones extremas y viaje a Moscú incluido, y que Marcelo Bielsa los ha afrontado prácticamente con los mismos once jugadores.

El propio técnico asume que quizá sea hora de dar un poco de oxígeno. Hablar de rotaciones puede ser demasiado, pero alguno de los habituales puede tener hoy un respiro. Aunque lo único seguro es que Mikel San José sustituirá al sancionado Javi Martínez, y que Ander Herrera, ausente en el Villamarín, recuperará plaza en el centro del campo, en detrimento de Iñigo Pérez. Bielsa decidirá hoy el resto, a expensas de las condiciones en que vea a sus jugadores.

En lo que respecta al choque, el rosarino lo espera «disputado», ante un Málaga con jugadores de un «alto nivel individual y colectivo, y que juega de una manera reconocible, con buen trato de pelota y variedad en la forma de atacar».

Un rival de su agrado, en definitiva, aunque teóricamente complique el trabajo defensivo de un Athletic que en los últimos tiempos ha flojeado considerablemente en ese aspecto.

Bielsa asume que su equipo asume riesgos porque «no se protege ni especula», pero rechaza que defienda «mal» o que cometa «errores tácticos», aunque sí errores individuales, que se pueden corregir «con la acumulación de partidos».