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Sexta derrota de la temporada

Una conservadora primera parte y los experimentos acaban lastrando

Mendilibar probó con un trivote que se demostró inoperante al cuarto de hora, cuando los anfitriones ya se habían adelantado en el electrónico. Mejoró la escuadra navarra en la reanudación con la entrada de Lamah e Ibrahima, pero entre la poca puntería de los rojillos y las paradas finales de Palop no se pudo empatar.

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SEVILLA 2

OSASUNA 0

Natxo MATXIN

Osasuna encajó en el Sánchez Pizjuán su sexta derrota de la temporada, entre otras razones por el mal primer tiempo que protagonizó, fruto en gran parte del experimento que realizó el técnico rojillo, José Luis Mendilibar, colocando un trivote que solo había empleado en los minutos finales de los partidos casi ganados y que se demostró inservible para tener el balón.

La escuadra navarra cae a la octava plaza, a la espera de la jornada dominical, dejando una mejor imagen en el segundo periodo, aunque sin ser capaz de superar a un Sevilla que acabó pidiendo la hora y que demostró sobre el campo que se jugaba más que los encarnados, quienes estuvieron imprecisos y poco contundentes en los balones divididos y en general.

Osasuna aguantó el inicial chaparrón hispalense como pudo. Muy necesitados, los de Michel salieron a morder y, aunque los navarros también intentaron apretar muy arriba, su presión apenas tenía resultado. El balón era una y otra vez sevillista, y el racimo de ocasiones se hacía insostenible para mantener el marcador a cero.

En apenas un cuarto de hora, los anfitriones generaron hasta cinco oportunidades muy claras, la última finalizando en gol. Un disparo elevado de Reyes, un remate desviado por muy poco de Kanouté, un balón rebañado por Raitala al malí y un tiro fuerte pero centrado de Navas fueron el prólogo a la diana de Medel desde fuera del área.

El 1-0 castigaba con justicia a una escuadra navarra que no daba pie con bolo, sin disponer del esférico, sin profundidad ni continuidad, continuamente mancillada por la banda de Raitala y sufriendo sobremanera en los envíos cruzados e incluso permitiendo que el rival se manejase a sus anchas en la media luna rojilla. No pintaban bien las cosas para los encarnados, timoratos e imprecisos, fallando más de lo permitido y con jugadores ya calentando en la banda a la vista del espectáculo que etaban ofreciendo.

El tanto local pareció detener un tanto el fragor de la batalla, pero tampoco de ello se aprovechó mucho Osasuna, que continuó con su ritmo fallón. La tensión ofensiva local ciertamente decayó -el Sevilla no podía mantener ese ritmo sin asfixiarse-, pero los encarnados siguieron complicándose la vida.

Hasta nueve ocasiones contabilizadas del lado hispalenses pasada la media hora frente a las tres... tarjetas amarillas de Osasuna. Con semejante estadística era imposible que los de Mendilibar obtuvieran fruto alguno y, sin embargo, una vez más la estrategia a punto estuvo de traer consigo un premio inesperado. Una falta en los tres cuartos de campo permitió entrar como un obús a Nekounam para enganchar un testarazo que se marchó pegado al poste.

Los de Mendilibar parecían despertar, al menos en parte, de su desesperante letargo y fue nuevamente el iraní quien probó fortuna desde muy lejos casi al filo del descanso. Su tiro se marchó muy desviado y arriba, pero en principio el cuadro rojillo daba muestras de que llegaba a los dominios de Palop.

En una tercera acometida antes de ir camino a vestuarios, Nino se encontró en un mano a mano con el portero sevillista, pero al almeriense le pudieron más las ganas de buscar el penalti que de encarar portería. Velasco Carballo no picó cuando el atacante se arqueó antes de que el meta valenciano le tocase -porque lo hizo-, en un lance que no debe ser pena máxima, pero que a veces no se juzga igual según sea el escudo de la camiseta.

La estadística se cumplió

Si había que tirar de historia, las expectativas para la segunda parte no eran halagüeñas. Los últimos cuatro encuentros ligueros entre Sevilla y Osasuna en el Pizjuán que habían finalizado 1-0 al descanso también acabaron con idéntico marcador. Empeñado en variar tan nefasta dinámica, Mendilibar movió banquillo, reconociendo implícitamente que el plan inicial no había dado el resultado apetecido.

La salida de dos hombres eminentemente ofensivos -Ibrahima y Lamah- le dio otro aire al equipo. En apenas un cuarto de hora ya había hecho más méritos que en toda la primera parte con un zurdazo de Cejudo que Palop sacó con apuros y dos lanzamientos de Puñal que no encontraron puerta, pero dejando también más huecos atrás, lo que pudo matar el partido, de no ser por la indefinición de Navas en una contra, amén de un paradón de Andrés Fernández a cabezazo de Spahic. Fue la cara del cancerbero murciano, cuya cruz estuvo en una mala salida a un corner en el que se le adelantó Negredo con la testa.

El Sevilla, que fue notando el cansancio, trató de llevar el encuentro a su terreno y a punto estuvo de conseguirlo. Pero un resucitado Lamah intentó quebrar los planes hispalenses con sendas acciones en las que se encontró con el muro de Palop. En la primera se fue en velocidad de su marcador, pero pecó de egoísta cuando tenía a Nino solo en la línea de gol, y en la segunda el portero sevillista le sacó una mano prodigiosa que evitó el empate rojillo, tras una buena asistencia de Ibrahima.

Y, desafortunadamente, la estadística se repitió, aunque esta vez con un gol añadido, el de Trochowski en el descuento. El Sevilla lo celebró a lo grande, señal de lo que se jugaba ayer.

racha negativa

El Sánchez Pizjuán sigue siendo un estadio maldito en los últimos años. Con la de ayer, ya son cinco las derrotas que ha encajado la escuadra navarra en las seis recientes temporadas.

Opción de reengancharse ante el Granada

La derrota no alejará a Osasuna demasiado de la pugna por Europa, aunque de momento no haya más discurso que la permanencia: el empate del Espanyol en Getafe (1-1) y el choque directo hoy entre Athletic y Málaga hacen que los rojillos tengan opción clara de seguir en la pelea ahora que el calendario se alivia. Ahora recibe al Granada y va a Mallorca.

Raitala aguantó la maldición de los laterales

El puesto de lateral izquierdo está dando quebraderos de cabeza este año: cambios tempraneros, expulsiones... Ayer se repitió: Jukka Raitala se cargó pronto de tarjeta y Eneko Satrustegi calentó en la banda durante unos minutos, pero finalmente el finlandés «sobrevivió» y acabó el choque.

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