El exlehendakari Carlos Garaikoetxea defendió ayer «una radical cura de adelgazamiento» del entramado institucional vasco, así como reducir el papel competencial de las juntas generales y fusionar algunos municipios con el fin de acabar con las duplicidades burocráticas actuales.

Garaikoetxea dijo que causa alarma que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa haya cuatro parlamentos y propuso concretamente que las juntas generales de los tres herrialdes se conviertan en unos «comités de control» de los presupuestos forales, tanto en su elaboración como en su ejecución.

El exlehendakari compareció en la comisión del Parlamento de Gasteiz que estudia las duplicidades e ine- ficiencias en las que incurren Lakua, diputaciones y principales ayuntamientos, y que, según un informe encargado por Lakua, hacen que se derroche un mínimo de 403 millones de euros.

«Las tradiciones son importantes, pero a veces deben mejorar con el paso del tiempo», aseguró Garaikoetxea para justificar la necesidad de modificar la Ley de Territorios Históricos (LTH) con un amplio consenso político que regule «la actual maraña del entramado institucional, un tema pendiente desde hace más de 30 años».

Cambio en la LTH

Apostó por un cambio de la LTH que delimite de manera clara y eficiente las competencias y recursos de cada administración, pero insistió en que esta no es una mera cuestión de arquitectura institucional, «sino una cuestión fundamentalmente política».

Tachó de atípico el actual sistema institucional, que se diseñó de una forma cerrada, y recordó que es una ley ordinaria que puede ser modificada.

Garaikoetxea consideró que «el fondo de poder y competencia» debe corresponder a Lakua y al Parlamento de Gasteiz y, a su juicio, no parece lógico que ambas instituciones tengan difícil, por ejemplo, establecer tributos para afrontar circunstancias especiales o que encuentren dificultades para buscar la armonización de impuestos. Y respondió a Gorka Maneiro (UPyD) que sí abogaría por suprimir las diputaciones si no fuesen «parte de la historia».