Irán inicia maniobras de defensa aérea para proteger sus centros nucleares
Irán mantiene el pulso con las potencias occidentales y ayer puso en marcha unas maniobras de defensa aérea en el sur del país para prepararse ante un eventual ataque a sus instalaciones nucleares y con la promesa de que protegerá la seguridad del estrecho de Ormuz, paso clave para el tráfico marítimo mundial. El inicio de las maniobras coincidió con la llegada al país de una nueva misión de la AIEA.
GARA | TEHERÁN
Irán inició ayer «grandes maniobras para fortalecer la defensa antiaérea» de sus instalaciones «sensibles y, en particular, nucleares». Las maniobras, que se están realizando en la base aérea de Jatam-ol-Anbiya, tienen como objetivo reforzar la red integrada de defensa aérea del país y modernizar sus tácticas, según un comunicado de la Comandancia de la Defensa Antiaérea.
Además, buscan incrementar la preparación del país ante un eventual ataque contra zonas densamente pobladas, centros sensibles e instalaciones nucleares, así como incrementar la movilidad y la rapidez de respuesta de las fuerzas iraníes ante una guerra asimétrica y mejorar la coordinación entre los distintos cuerpos de seguridad.
Las maniobras durarán cuatro días y en ellas se ensayarán sistemas de misiles iraníes, de artillería antiaérea y de radares y aviones de vigilancia de la Fuerza Aérea.
En los ejercicios participan unidades de los Guardianes de la Revolución, que controlan en particular los misiles iraníes, del Ejército regular, de la Policía y de las milicias Basij.
Los ejercicios, bautizados «Sarollah» (venganza de Dios), fueron anunciados cuando Israel ha multiplicado sus amenazas de un posible ataque militar contra instalaciones nucleares iraníes.
El Estado sionista y parte de la comunidad internacional sospechan que Teherán, pese a sus desmentidos, trata de dotarse del arma atómica bajo la cobertura de su programa nuclear civil.
Tal ataque se produciría probablemente, según los expertos, por el sur del país, donde se realizan las maniobras.
Por su parte, el comandante de los Guardianes de la Revolución, general Mohamad Ali Jafari, advirtió ayer de que cualquier país que se decida a atacar a Irán será responsable de la inseguridad en el estrecho de Ormuz. «La República Islámica de Irán está salvaguardando la seguridad del estrecho de Ormuz y la responsabilidad de perturbar esta seguridad recae en los países invasores», afirmó. La semana pasada dijo que Irán adoptó como estrategia contra las amenazas y las sanciones «el control inteligente» del estrecho.
Nueva visita de la AIEA
El inicio de estas maniobras coincidió con la llegada a Teherán de una delegación de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), para tratar de buscar una solución diplomática a la cuestión nuclear iraní.
La delegación, dirigida por el subdirector de la AIEA, Herman Neckaerts, tiene previsto analizar las «soluciones diplomáticas a la cuestión nuclear» a lo largo de unas entrevistas con los responsables de la Organización Iraní de la Energía Atómica, entre otros. El ministro iraní de Exteriores, Ali Akbar Salehi, advirtió de que la misión no visitará las instalaciones nucleares.
La visita, la segunda en menos de un mes, está destinada a tratar de aclarar los aspectos desconocidos del programa nuclear iraní que, según la AIEA, mantienen las dudas sobre sus verdaderos objetivos. EEUU, Israel y varias potencias occidentales temen, pese a los desmentidos de Irán, una posible dimensión militar del programa nuclear iraní, condenado por seis resoluciones de la ONU desde 2006, cuatro de ellas acompañadas por sanciones que luego fueron reforzadas unilateralmente por los países occidentales.
La anterior misión, del 29 al 31 de enero, fue calificada de «buena» por la AIEA, que subrayó que quedaba «mucho trabajo por hacer». Según diplomáticos occidentales en Viena, entonces, los inspectores no pudieron reunirse con todos los responsables iraníes que deseaban, ni visitar algunas instalaciones sospechosas.
El domingo, Irán dijo querer una reanudación rápida de las conversaciones con el grupo 5+1 (EEUU, Rusia, China, Estado francés, Gran Bretaña y Alemania), su interlocutor en este asunto, tras cuatro meses de impasse.
Irán amenazó ayer con suspender de forma inmediata el suministro de petróleo a otros seis países de la Unión Europea, como son Estado español, Países Bajos, Grecia, Italia, Alemania y Portugal, después de que el domingo cortara la exportación al Estado francés y Gran Bretaña, en represalia por las últimas sanciones de Bruselas contra Teherán.
El viceministro iraní de Petróleo, Ahmad Qalebani, aseguró que «si continúan las acciones hostiles de ciertos países europeos, pararemos las exportaciones a esos países».
También dijo que, de seguir el conflicto de Occidente con Irán, el precio de crudo, que desde el domingo se ha incrementado hasta los 121 dólares el barril de Brent, podría ponerse en 150 dólares.
El presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Alaedin Boruyerdi, dijo ayer que el corte de suministro es «una reacción al embargo petrolero a Irán aprobado por los europeos y está dentro de las normas internacionales». «Occidente ha decidido sancionar al petróleo iraní, pero nosotros hemos tomado medidas preventivas y hemos puesto el embargo en vigor con antelación (al 1 de julio) para hacer comprender a los occidentales que deben comportarse con lógica», añadió.
En un tono más conciliador, el ministro de Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, señaló que, aunque «Irán no ha recibido aún señales favorables» de la UE, «estoy seguro de que las relaciones volverán a su estado original», al tiempo que instaba a los países europeos a mejorar sus lazos con Teherán. GARA
EEUU y Europa redoblan sus presiones para evitar que Israel desencadene un ataque contra Irán sin que se hayan agotado las vías diplomáticas para lograr que la República Islámica renuncie a su polémico programa nuclear.