El JEM anuncia la liberación de 49 soldados de la UNAMID secuestrados
GARA | JARTUM
El Movimiento Justicia e Igualdad (JEM) puso en libertad ayer a los 49 militares de la fuerza conjunta de la Unión Africana y la ONU (UNAMID) que fueron capturados como rehenes el domingo, según informó a Efe una fuente de la misión de Naciones Unidas. Se desconoce por el momento el destino de los tres sudaneses capturados también por el JEM, que los acusa de trabajar para los servicios secretos del régimen de Jartum.
«Hemos capturado a los soldados de UNAMID porque habían entrado en nuestro territorio sin permiso y porque estaban acompañados por tres soldados sudaneses que, según sospechamos, trabajaban para los servicios secretos», explicó el portavoz del JEM, Gibreel Adam Bilal, en declaraciones a Reuters. Aseguró que todos estaban «a salvo».
Espionaje para Jartum
El grupo miliciano sospecha que la UNAMID está ayudando a los servicios secretos de Sudán a espiar en el territorio bajo su control.
«Si es cierto que trabaja con agentes de seguridad sudaneses, entonces pediremos a la ONU que destituya al jefe de la UNAMID», subrayó. Precisó que de los 49 soldados retenidos 46 proceden de Senegal y el resto de Yemen, Ruanda y Ghana.
La UNAMID indicó que los soldados -55, según ella- no habían sido secuestrado, sino «bloqueados».
El incidente del domingo tuvo lugar apenas dos meses después de que el Ejército de Sudán matara al máximo líder del JEM, Jalil Ibrahim, en la región sudanesa de Kordofán.
El conflicto de Darfur se inició a comienzos de 2003, cuando varios grupos insurgentes, entre ellos el JEM, se levantaron en armas contra el régimen de Jartum en protesta por la pobreza y la marginación política y económica de esta región del oeste del país.
Según datos de la ONU, unas 300.000 personas han muerto y otros 2,7 millones se han visto obligadas a desplazarse en esa zona como consecuencia de los enfrentamientos entre grupos insurgentes y las fuerzas gubernamentales.
El Gobierno de Omar Hassan al-Bashir, sobre quien pesa una orden de detención del Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la Humanidad en Darfur, dice que se han exagerado la cifra de víctimas por motivos políticos, rebajándolas a 12.000.