Donostia, Gijón, Sevilla... Demasiadas recientes visitas en las que la escuadra navarra ha demostrado dos caras diametralmente opuestas en función de la fase del encuentro y del resultado. Un primer tiempo marcado por el conservadurismo y el dejarse dominar por el rival, y un segundo, el de la reacción sin reservas para salvar un tanto los muebles. El problema es que ese cambio de actitud no siempre da como para reflejarse en el marcador, lo que sucedió en el Sánchez Pizjuán.

Una dinámica bipolar la del conjunto de Mendilibar que al técnico zaldibartarra no le hará ninguna gracia -siempre ha defendido que un equipo debe saber jugar igual en casa que fuera- y a la que encontrarle explicación no resulta fácil. Ni siquiera para los propios jugadores, que deben tirar de tópicos para aportar alguna justificación a tan desigual imagen sobre el terreno de juego.

Álvaro Cejudo reconocía ante los medios que «ha habido muchos» episodios de este tipo, pero que «se van a repetir, como les ocurre a casi todos los equipos», puso sobre aviso. El rival, campo ajeno, marcador... son algunas de las cuestiones a tener en cuenta, a su juicio.

«Como les ocurre a otros conjuntos cuando visitan nuestro estadio, a excepción de los dos primeros, lo normal es que sean los locales quienes lleven el peso del partido, mientras que el contrario no sale a tumba abierta. El Sevilla nos sometió a una presión que nos impidió disponer del balón y, al meter un gol tan tempranero, se encontraron con el viento a favor», describió.

Próximos encuentros

Al menos, una de las buenas noticias es que parece que el equipo rojillo recupera el nivel en los carriles, tras los buenos minutos de Lamah y que el propio Cejudo tuviese algún que otro escarceo en banda con resultado positivo, y que, dado lo ajustado de la tabla, sigue estando a una distancia asequible de la parte más noble.

El jugador andaluz consideró que con unos resultados positivos en las tres o cuatro próximas jornadas, Osasuna «habrá conseguido prácticamente el objetivo -en referencia a la permanencia- y pasaremos a depender de nosotros mismos para mantenernos ahí arriba». El primer obstáculo se llama Granada, «un equipo serio, bien trabajado y con gente arriba muy peligrosa».

A Cejudo también se le interpeló sobre las negociaciones entre el club y el Gobierno de Nafarroa respecto a la aplicación de un trato fiscal especial, que ayude a aminorar la considerable deuda que tiene acumulada con las arcas navarras. Muy diplomático, y tras admitir que es un tema «que se me escapa», el futbolista dijo que «ahora mismo, con la situación en que estamos, todo lo que sea aportar un poquito no es perjudicial».