La oposición a Garoña se deja oír en la inauguración de la Torre Iberdrola
Centenares de personas, en representación de multitud de agentes políticos, sociales y sindicales, se manifestaron ayer en Bilbo frente a la Torre Iberdrola, aprovechando la inauguración del edificio. En la protesta se escucharon gritos a favor del cierre de la central nuclear de Garoña, contra la compañía energética y la presencia en Euskal Herria de Juan Carlos de Borbón, que acudió al acto de inauguración oficial.
Mikel PASTOR | BILBO
El nuevo ensanche de Bilbo fue testigo ayer de la distancia sideral que separa actualmente a políticos y empresarios de su ciudadanía. El marco, la inauguración de la Torre Iberdrola, fue el escenario perfecto sobre el que contemplar dos mundos completamente contrapuestos y alejados entre sí en apenas un centenar de metros.
Los representantes políticos de ayuntamientos, diputaciones y otras instituciones fueron llegando durante la mañana en un goteo constante. A su alrededor, el despliegue de la Ertzaintza era apabullante. Patrullas en los alrededores del edificio, en las calles anexas y por supuesto, en la Plaza Euskadi, absolutamente tomada desde horas antes de la llegada del monarca español. Para acabar de completar este colorido cuadro, la Brigada Movil hizo su aparición minutos antes de la llegada del rey, formando un cordón de seguridad a la entrada del rascacielos.
Sobre las 11.15 empezaron a llegar los primeros manifestantes, que se reunieron en el centro de la Plaza Euskadi desplegando dos grandes pancartas, con los lemas ``Garoña itxi orain'' y ``Nuklearrik ez''. A medida que pasaban los minutos, la concentración fue ganando en efectivos, gracias a los «refuerzos» que llegaban desde el parque de Doña Casilda o desde la cercana calle Elkano.
Los convocantes de la protesta no pararon de corear lemas antes, durante y después de la llegada del rey español. Los principales, pidiendo el cierre de la central nuclear de Garoña, como el clásico ``ez, ez, ez, nuklearrik ez!'' o ``Garoña, itxi orain'', aunque la monarquía española tampoco salió bien parada de la protesta, ya que se pudieron escuchar cánticos como «Los borbones, a los tiburones!» o «Los borbones también, a la cola del INEM», mientras varias banderas republicanas ondeaban al viento.
La llegada del jefe de Estado español hizo subir varios grados la temperatura en esa orilla del Ibaizabal, con los silbidos tronando desde la aparición del coche oficial hasta la entrada del Borbón y su esposa al edificio. Esta situación dio paso a los momentos más tensos de la mañana, ya que varios individuos, que se habían acercado a aclamar a la corona española, increparon a los manifestantes, desembocando en un cruce de insultos que no llegó a mayores.
Blanco y negro
La imagen del exterior, con protestas, silbidos y tensión contrastaba enormemente con el escenario del interior del edificio, donde todo eran loas y parabienes hacia Juan Carlos de Borbón por parte de la gran mayoría de la clase política y empresarial de este país.
El acto inaugural contó con la presencia de unos 400 invitados, con la presencia del lehendakari Patxi López, acompañado de algunos de sus consejeros como Rodolfo Ares, Idoia Mendia o Carlos Aguirre. También pudo verse a Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbo, los diputados generales de Bizkaia y Araba, José Luis Bilbao y Javier de Andrés, respectivamente, el ministro de Industria, Jose Manuel Soria, o la presidenta del Parlamento autonómico, Arantza Quiroga.
Además de representantes institucionales, algunos cargos políticos también estuvieron en Abandoibarra, como Jose Antonio Pastor, portavoz del PSE; Antonio Basagoiti, presidente del PP en la CAV, o Andoni Ortuzar, presidente del BBB del PNV.
También estuvieron en el hall de la torre representantes del empresariado como el presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua; el director del Círculo de Empresarios Vascos, Enrique Portocarrero; el presidente de Caja Vital, Carlos Zapatero; el de BBK, Mario Fernández; el presidente del TSJPV, Juan Luis Ibarra, o el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro.
Algunos miembros de la cultura y el deporte también se dieron cita en la inauguración, como Vicente del Bosque, seleccionador del combinado hispano de fútbol; Josu Urrutia, presidente del Athletic, o Iñaki Goirizelaia, rector de la UPV-EHU. Durante el recibimiento, un dantzari bailó el aurresku de honor ante los monarcas, que posteriormente se dirigieron a contemplar una maqueta de la torre diseñada por el argentino Cesar Pelli.
Los únicos partidos que no tuvieron representación en el acto fueron Ezker Batua y Bildu, que declinaron participar aunque habían sido invitados por la compañía eléctrica.
José Navas, portavoz de EB, manifestó su rechazo a la presencia del rey en la capital vizcaina, ya que este hecho demuestra «su apuesta por las grandes empresas» y no por la «ciudadanía» a la que «supuestamente representa».
El dirigente de EB insistió en que el monarca «es una figura que nos cuesta al año muchos millones de euros en un país de más de cinco millones de parados», por lo que se preguntó si se debe mantener «una monarquía que no nos representa, a la que no hemos votado por que no nos han dejado y que nos cuesta muchos millones sin ninguna explicación y de forma completamente opaca a la opinión pública», señaló.
Desde Bildu, su portavoz en el Consistorio bilbaino, Txema Azkuenaga, indicó que su negativa a participar en el acto de ayer se debía «a que los reyes de España representan la negación de este pueblo como nación», además de opinar que «monarquía y democracia son incompatibles».
Además, consideró que Iberdrola, empresa a la que pertenece la gigantesca torre inaugurada ayer, «es responsable directa de que la central nuclear de Garoña siga abierta», planta que, en opinión de Bildu, «debería estar cerrada desde hace mucho tiempo», ya que está «desfasada» y «no aporta absolutamente nada» a la capacidad energética hoy día. Azkuenaga estimó que la planta nuclear burgalesa está completamente «amortizada», postura que ¯recordó¯ Bildu «ha defendido siempre y en todos los foros en los que tiene representación».
«Un grandísimo honor»
El encargado de hablar durante la inauguración fue el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que antes de nada quiso mostrar su «gratitud sincera» a la Corona española por presidir esa inauguración. El directivo señaló que la presencia de Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia supone «un grandísimo honor» y «perpetúa» el apoyo que la monarquía «ha brindado siempre a Iberdrola».
Sánchez Galán recordó que «la Familia Real ha acompañado permanentemente a la empresa vasca», siendo «testigo directo» de su «crecimiento e internacionalización» hasta convertirse en «la quinta empresa de electricidad del mundo» logrando ser «líder mundial en energía eólica y la primera compañía energética española».
El presidente reafirmó ante los representantes políticos, muchos de ellos del PNV, «el compromiso de Iberdrola con la tierra que le vio nacer», que, a su juicio, «se renueva día a día creando riqueza y bienestar en Euskadi», a través de «inversiones en la CAV», destacó.
Al término del discurso, la Sociedad Coral de Bilbo interpretó ``Oda a la energía'', con música de Joan Cabero y letra del poeta Pablo Neruda.
Mientras tanto, en el exterior, la ciudadanía interpretaba otro tipo de melodías y cánticos, de los que sin duda el poeta chileno, convencido comunista, se sentiría bastante más orgulloso. A pocos metros de la emblemática torre, y sin embargo, lejos, lejísimos, de la gran mayoría de la clase política y empresarial de este país
Trabajadoras del servicio de atención telefónica de Iberdrola, Konecta, reivindicaron ayer el derecho de subrogación de la plantilla, de unos 300 empleados, después de asumir la gestión de este servicio el pasado 13 de diciembre.
De las 41 plantas que componen la Torre Iberdrola, solo están actualmente en funcionamiento las de la zona superior, ocupadas por las oficinas de la empresa energética, mientras que las demás siguen ofertadas en alquiler.
El autor del proyecto es César Pelli, arquitecto argentino que ha levantado polvareda con su última obra, ya que la torre que pretende levantar en Sevilla podría acabar con la condición de Patrimonio Cultural de la UNESCO de la capital hispalense.
PNV y PP mantienen su pulso en Araba en torno al cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña. Iñaki Oyarzabal (PP) afirmaba el pasado lunes que si el PNV quisiera cerrar la polémica planta «podría hacerlo».
Los jeltzales respondieron a Oyarzabal que «decir que el PNV manda en Iberdrola a través de Kutxabank, cuando la Caja cuenta con una participación en Nuclenor que no llega al tres%» es «falso e irresponsable».
El rifi-rafe se mantuvo ayer, cuando Marta Alaña, teniente de diputada alavesa, insistía en las críticas al PNV, afirmando que «a lo largo de la historia, Kutxabank y BBK han estado presente en el accionarido de Nuclenor», empresa compuesta por Iberdrola y Endesa que gestiona la planta nuclear burgalesa. Alaña afirmó que no les consta que BBK o Kutxabank «hayan planteado la decisión empresarial del cierre de la central» en los órganos de decisión de Iberdrola.
Alaña recordó que la posibilidad de alargar la vida útil de las centrales nucleares «se deriva de una enmienda a la Ley de Economía Sostenible», aprobada en la legislatura anterior, «que fue votada por el PNV». M.P
Con 165 metros, la Torre Iberdrola se convierte en el edificio más alto de Bizkaia, y también de Euskal Herria, superando los 95 de la torre del BEC, en Barakaldo, o los 88 de la ya veterana sede del BBVA, también en la capital vizcaina.