El sindicato ESK denunció ayer el colapso del servicio de urgencias en el Hospital de Cruces, una situación que, a su juicio, se repite «con demasiada frecuencia» y que obliga al personal a tener que trabajar con enfermos en los pasillos.

En un comunicado, el sindicato indicó que ayer a las 10.30 había diez enfermos en los pasillos de urgencias y 40 personas pendientes de ingreso.

En su opinión, «esta situación tercermundista es intolerable», ya que impide ofrecer a los enfermos una estancia «digna» en el centro.