LAB, ELA, CCOO y UGT reclamaron ayer en la Residencia de Leioa que la Diputación de Bizkaia, a través del Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS), termine con los recortes que están aplicando a la plantilla y defendieron un servicio público de calidad. A juicio de los cuatro sindicatos, «la actuación irresponsable» de la Administración foral está provocando un deterioro en la prestación de servicios hacia los mayores debido al recorte en las sustituciones y en las condiciones laborales del personal dependiente del IFAS.

En la comparecencia pública estuvieron representadas las diferentes secciones de trabajo de la residencia Leioa.

En la comparecencia explicaron que el IFAS presta atención a los colectivos más necesitados como residencias para la Tercera Edad, hogares para niños y niñas tuteladas, centros para personas con discapacidad, etc, pero «desde el año 2010 está reduciendo las sustituciones de personal».

Añadieron que «ese primer recorte fue del 25% en 2010, al que se ha sumado un 34% en 2012, según el presupuesto de la Diputación Foral de Bizkaia. Esto quiere decir que, en realidad, no se están sustituyendo la mayoría de las ausencias del personal por vacantes, enfermedad, permisos, vacaciones, por lo que está habiendo una desatención directa que supone un peor trato en cuanto a la calidad».

Para las representantes de los cuatro sindicatos «las consecuencias son graves, porque el el mayor perjudicado es la persona usuaria». Destacaron algunos ejemplos para dejar claro ese descontento existente.

«Hay personas mayores a las que no podemos duchar por falta de personal; tampoco se puede llevar a cabo el apoyo en actividades extraescolares de los niños de nuestros hogares, las salidas que no podemos realizar con los chavales en centros para personas con discapacidad, las instalaciones que no podemos limpiar dignamente... Son cientos los ejemplos que podemos poner ante este deterioro que estamos padeciendo».

También explicaron que «cuando alguien falta en algún turno, la carga de trabajo aumenta para el resto del personal con lo que eso supone, si tenemos en cuenta que trabajamos con personas y no con maquinaria ni fabricando tornillos. El recorte en este caso recae sobre las espaldas del personal, siempre del mismo personal».