El Juzgado de lo Social número 7 de Bilbo dictó ayer sentencia contra la dirección de Metro Bilbao por vulneración del derecho a la huelga del pasado 21 de setiembre con motivo de la festividad de Santo Tomás.

La sentencia, contra la que cabe recurso en los proximos cinco días, confirma que ese día se vulneraron los derechos de los trabajadores al impedir al comité de huelga acceder a las oficinas centrales de la empresa para hacer seguimiento de la protesta y el cumplimiento de los servicios mínimos.

El Juzgado condena a la empresa a la reparación de las consecuencias derivadas del acto y a «dar cuenta de la sentencia a todo el personal, al menos durante tres días, en la intranet corporativa o comunicación interna».

En un comunicado hecho público tras la publicación de la sentencia, el sindicato LAB opina que, de la sentencia, se desprende que la dirección de Metro Bilbao «violó el derecho a la libertad sindical y, por tanto, ha decretado la reparación consiguiente de las consecuencias ilícitas del comportamiento anti-sindical».

El sindicato espera que la empresa no recurra el auto «ya que como bien han reiterado Iñaki Prego y Txema Oleaga en innumerables ocasiones, la dirección de Metro es partidaria de judicializar este tipo de casos para respetar y acatar su resultado».

En opinión de la central abertzale plantear el recurso supondría «alargar el resultado de la misma durante meses con el fin de demorar el resultado final. Esto revelaría -en opinión del sindicato- el escaso interés de la dirección por solucionar los conflictos de manera rápida y contundente».

Segunda sentencia contraria

LAB recuerda en su nota que ésta no es la primera ocasión en que los juzgados sentencian contra «el comportamiento anti-sindical».

En este sentido, hace referencia a otra emitida por el Juzgado de lo Social número 6 en la que se reconocía «intimidación» por parte de la empresa contra los trabajadores, así como «antelación desmedida a la hora de iniciar los servicios mínimos».

La central considera que la sentencia hecha pública ayer confirma «la actitud totalitaria e ilícita de la dirección a lo largo de todo este conflicto laboral basada en comportamientos anti-sindicales y ataques contra la plantilla a través de filtraciones interesadas y mentiras constantes».

En opinión de LAB «el valor de la lucha de los trabajadores está permitiendo reivindicar los incumplimientos de acuerdos en materia laboral, así como dejar en evidencia las formas y actuaciones de la dirección».