Ocupación de Palestina
Adnan pone fin a la huelga de hambre tras un pacto con la Fiscalía
Pocos minutos antes de que el Tribunal Supremo analizara la situación del preso palestino Khader Adnan, en huelga de hambre desde hacía 66 días, sus abogados alcanzaron un acuerdo con la Fiscalía militar por el que no se le renovará «la detención administrativa», fijando su excarcelación para el 17 de abril. La vista judicial quedó suspendida.
GARA | RAMALLAH
Los abogados del preso palestino Khader Adnan alcanzaron ayer un acuerdo con la Fiscalía militar israelí por el que no se le renovará «la detención administrativa», lo que posibilitará su salida de prisión el próximo 17 de abril. El acuerdo se produjo pocos minutos antes de que el Tribunal Supremo comenzase a deliberar la situación de Adnan, cuyo estado sigue siendo de extrema gravedad tras haber estado 66 días en huelga de hambre.
Según informó el grupo de apoyo a los presos Addameer, los mínimos que Adnan había exigido para poner fin a su protesta eran el compromiso de que no se le prolongará la «detención administrativa» y que se tome la fecha de su detención -el 17 de diciembre-, y no el día en que recibió la orden de «arresto administrativo» -el 8 de enero-, como inicio de su periodo de reclusión. El pacto con la Fiscalía incluye ambas exigencias. Aunque desde Addameer no confirmaron que Adnan, que permanecía hospitalizado, hubiera dejado la huelga de hambre, fuentes palestinas citadas por la cadena Al Jazeera daban por finalizada la protesta.
Para Addameer, el hecho de que las autoridades israelíes hayan accedido a negociar pone en evidencia que «no tenían pruebas en su contra. Como en el resto de casos, la prisión administrativa dictada contra Adnan se basa en una supuesta `amenaza para la seguridad de Israel'». Esta acusación o la palabra del mando militar interviniente en la detención es suficiente para mantener a un palestino en prisión por tiempo indefinido y sin derecho a conocer los cargos que se le imputan. Tampoco su defensa puede acceder al sumario ni a las supuestas pruebas.
De los 4.357 palestinos encarcelados en 18 cárceles de Israel y Cisjordania, 309 lo están bajo esa figura legal. Además, más de un tercio -1.578- están condenados a un mínimo de diez años de prisión, mientras que 526 lo están a cadena perpetua.
Del cómputo total de presos, 166 son menores y de ellos 25 tienen menos de 16 años. Se estima que desde el fin de la Guerra de los Seis Días en junio de 1967, cerca de 700.000 palestinos, alrededor de un 20% de la población, han pasado por las prisiones militares israelíes.
Con su huelga de hambre, la de mayor duración entre los presos palestinos, Adnan, que denunció haber sido torturado y humillado durante los interrogatorio se ha convertido en todo un símbolo de la arbitrariedad del sistema penitenciario israelí y del maltrato a los detenidos.
Su esposa, Randa Mussa, madre de dos niñas y embarazada de cinco meses, lo definió como «una persona con principios, que predicará con el ejemplo, aun a costa de su propia vida». Addameer advirtió ayer que su situación sigue siendo crítica. «Aunque no continúe con la huelga, es muy probable que le queden secuelas irreversibles. Los riesgos potenciales para su salud requieren de cuidados urgentes y de un seguimiento exhaustivo que solo será posible si es puesto en libertad», remarcó.
El viernes, la ONG Médicos por los Derechos Humanos alertó de que estaba «en riesgo inminente de muerte» y que sufría «una importante atrofia muscular». En estos dos meses ha perdido cerca de 40 kilos.
Según fuentes palestinas, desde 1970 han muerto seis presos palestinos por complicaciones derivadas de una prolongada huelga de hambre: Abdul Kader Abou al-Fahem, en 1970; Rasem Halaweh, Anis Dawleh, Ali al-Jaafari e Ishaq Maraha en la década de los 80 y Hussein Ibeidat en 1992.