Estados Unidos y Europa doblan sus presiones a Israel para evitar que ataque a Irán sin que se hayan agotado las vías diplomáticas para lograr que renuncie a su polémico programa nuclear.

En el marco de esta campaña, Tom Donilo, consejero para la Seguridad Nacional del presidente estadounidense, Barack Obama, viajó a Israel en los últimos días.

El domingo, Donilon se entrevistó durante casi dos horas con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el lunes se reunió con el ministro de Defensa, Ehud Barak, cuya «dura posición» contra Irán inquieta a Estados Unidos.

«Israel sufre presiones de todos los lados. Los norteamericanos no quieren que les sorprendan y verse ante el hecho consumado de un ataque israelí» declaró un alto responsable israelí.

En una entrevista en la cadena CNN, el jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Martin Dempsey, afirmó sin tapujos que sería «prematuro» lanzar un ataque militar contra Irán.

En lo referente al frente interno, Tzipi Livni, dirigente de la oposición, acusó a Netanyahu de aislar Israel. «Todo el mundo nos llama a hacer esto o a no hacer aquello. Todo el mundo está detrás de nosotros para detenernos». «Ha conseguido un doble aislamiento, en el caso iraní y en el proceso político con los palestinos», lamentó Livni. Israel mantiene en suspenso la posibilidad de bombardear las instalaciones nucleares de Irán.