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Presentan pruebas para recusar al primer edil de Iurreta en la gestión del vertedero

La Cofradía de Goiuria ha presentado ante la Corporación las pruebas en las que basa la petición de recusación del alcalde, Iñaki Totorikaguena, para que sea apartado de la tramitación del vertedero. Aportan evidencias de denuncias realizadas ante el Ayuntamiento advirtiendo de irregularidades.

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Nerea GOTI | IURRETA

El Ayuntamiento de Iurreta tiene sobre la mesa un incidente de recusación contra el alcalde, Iñaki Totorikaguena, en relación con la gestión realizada en el caso del vertedero Lukupeko Troka y Luku Txiki, en Goiuria. El trámite pide que se aparte al primer edil de la resolución del expediente para conceder la licencia de apertura del vertedero, «por no velar por los intereses generales ni actuar pese a ser advertido de repetidas irregularidades».

El incidente de recusación ha sido presentado por la Cofradía de Goiuria, colectivo que agrupa a los vecinos de este barrio perteneciente al término municipal de Iurreta.

En el escrito presentado junto al trámite recusatorio, los vecinos relacionan los fundamentos en que sustentan su petición. La Cofradía señala que «el vertedero sito en Lukupeko Troka y Luku Txiki de Goiuria ha estado funcionando durante años sin niguna autorización y a la vista y complacencia de las autoridades municipales, en concreto del alcalde Iñaki Totorikaguena, quien conoce perfectamente la situación de ilegalidad, ya que fue alcalde en sustitución de José Martín Etxebarria Maguregi, y responsable del Área de Urbanismo mientras se realizaban los vertidos».

«Pasaron miles de camiones sin autorización y con su complacencia», sostienen los vecinos, y añaden que se «generaron daños al medio ambiente, al patrimonio municipal y al privado». Afirman de forma tajante que «se vulneró la legalidad municipal. Conscientemente y a pesar de disponer de amplia información, incluidas sendas comunicaciones del Gobierno Vasco y de la Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que requerían al Ayuntamiento que paralizase las obras e iniciara un expediente sancionador».

Hacen referencia al «gran desprendimiento» ocurrido en 2009, «al haberse taponado un arroyo en unas obras ilegales realizadas sin la oportuna licencia municipal» y agregan que este movimiento de tierras, por su magnitud, además de daños medioambientales pudo tener consecuencias para las personas. Pero, además, denuncian que aprovechando el permiso concedido para reparar ese mismo desprendimiento, el pasado verano se siguió vertiendo. «Lo denunciamos, presentamos fotos, pero el alcalde, basándose en un informe del arquitecto municipal, dijo que no apreciaba actividad».

«Era tan claro, tan evidente que los camiones seguían vertiendo que entonces también recusamos al arquitecto y ahora hemos tenido que recusar el acalde», explicaron a GARA miembros de la Cofradía sin ocultar el hartazgo existente en Goiuria por la actitud del Gobierno municipal ante una actividad que valoran como «plagada de irregularidades».

A Lukupeko Troka y Luku Txiki los camiones llegaron atravesando el casco de Goiuria y solo se habilitó un acceso tras la presión vecinal. En adelante, la actividad siguió representando el tránsito de cientos de camiones por una carretera en la que para no incumplir las señales de limitación de tonelaje, estas desaparecieron sin que nadie supiera ni hiciera nada, según explican.

El vertedero de Goiuria ha llegado hasta los tribunales. Ezker Batua lo denunció en 2006 y la Fiscalía ha abierto diligencias previas, una prueba más para los vecinos de que han existido irregularidades flagrantes, según explican. «Es muy duro ir contra las instituciones», reconocen, con la convicción de que en Goiuria los vecinos se han visto abocados a luchar ante el propio Ayuntamiento para hacer valer la defensa del patrimonio y los intereses generales.

Ahora es el pleno de la Corporación el que tiene en sus manos las pruebas presentadas por la Cofradía, entre las que figura una petición de los vecinos para que la cuestión se remita a la Fiscalía y determine «si como dice el alcalde no se puede abrir dos veces expediente sancionador por un mismo hecho», explicaron a GARA.

«miles de camiones»

Los vecinos de Goiuria sostienen que en el Ayuntamiento de Iurreta tuvieron constancia de denuncias ante las que no actuaron. «Pasaron miles de camiones sin autorización y con su complacencia», denuncian.

El PNV defiende que la gestión municipal ha sido «transparente, legal y avalada por los técnicos»

Preguntado por GARA sobre su opinión en relación a la petición de recusación, el primer edil de Iurreta, Iñaki Totorikaguena, remitió vía correo electrónico el comunicado difundido por el grupo municipal del PNV el pasado 30 de enero, en el que los concejales jeltzales expresan su «apoyo incondicional» al alcalde y mantienen que la gestión «ha sido absolutamente transparente y legal, avalada por los informes técnicos».

Esta formación precisa, asimismo, que «el relleno de Goiuria es una actividad empresarial y de gestión íntegramente privada, nos guste más o menos» y reconoce «el buen hacer de los funcionarios y técnicos municipales», en base al «escrupuloso cumplimiento de la legalidad vigente».

Por ello, la recusación es para el PNV de Iurreta «totalmente injustificada y carente de fundamento», a lo que añade que el relleno está paralizado desde 2006, aun contando con una licencia avalada por distintas administraciones. A su juicio, la iniciativa vecinal obedece a una «atribución de hechos falsos» con «el objetivo de dañar el honor e imagen de nuestro alcalde». GARA

a medio ambiente

La Cofradía plantea al pleno que pida la intervención de Medio Ambiente de Lakua para que determine la cantidad de vertido «realizado antes y ahora sin licencia», y que calculan en unos 200.000 metros cúbicos.

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