Dicen que `ABB' o André Villas-Boas -que los ingleses no aciertan a deletrear su nombre- se la juega este fin de semana en casa ante el Bolton. Su Chelsea, o mejor, el del millonario Abramovich que dicen tienta a Marcelo Bielsa, suma cinco partidos oficiales seguidos sin ganar. La peor racha desde la llegada a Londres del magnate ruso. Peor incluso que los 20 partidos que acumula Torres sin marcar. Y es que ya están a 17 puntos del líder de la Premier, el City. También dicen que el técnico portugués seguirá incluso la próxima temporada, una vez haya `limpiado' el vestuario de aquellos que le están haciendo la cama, caso de los veteranos Lampard, Drogba, Terry...

Pero en las Islas el partido que concita todas las miradas este fin de semana es el derbi del norte de Londres, el Arsenal-Tottenham, cuarto contra tercero, aunque eso sí, con diez puntos de diferencia de por medio. Los gunners llegan en plena crisis, tras el 4-0 de Champions en Milan, y con cuatro de sus defensas lesionados en los últimos siete días: Gibbs, Coquelin, Mertesacker y Koscielny. Además, acaba de ser eliminado de la FA Cup y eso supone que, sin nada que hacer en la Premier y con el negro panorama en Europa, será la séptima temporada consecutiva de los de Wenger sin ganar nada de nada. Y sin contar que si no se clasifican para la próxima Champions, nada seguro, dejarían de ingresar 50 millones de euros.

En cualquier caso, un clásico es un clásico. Arsenal -fundado en 1886 por los obreros de la fábrica de armamento de Woolwich (llamada Woolwich Royal Arsenal)- y Tottenham -surgido en 1882 de un equipo de cricket y un grupo de estudiantes, que pusieron nombre al equipo por un viejo héroe local: el hijo menor del duque de Northumberland, Henry Percy, conocido por el sobrenombre de `Harry Hotspur'- jugaron su primer choque allá por 1887, aunque el encarnizado antagonismo entre ambos equipos no comenzó hasta 1913.

Fue aquel año cuando el Arsenal se mudó de su feudo en el sur de Londres, Woolwich, al estadio Arsenal (más conocido como Highbury), a poco más de seis kilómetros del campo del Tottenham, White Hart Lane. De este modo, los cañoneros se convirtieron en sus vecinos más próximos, y de ahí surgió la lógica rivalidad local que ahora volverá a vivirse.

Hoy, los Spurs del gran Harry Redknapp, con los Modric, Van der Vart, Bale o Adebayor, tratan de emular ese fútbol vistoso que allá en 1961, y tras hacer el doblete, propugnaba su entonces capitán Danny Blanchflower, cuando defendía que «la gran falacia es que en el fútbol, lo primero y principal es ganar. En realidad, no tiene nada que ver con eso: el fútbol consiste en alcanzar la gloria, en disfrutar. Se trata de hacer un juego elegante y vistoso, de salir al campo y vencer al otro equipo, no de esperar que se muera de aburrimiento».

Otro aliciente añadido a este enorme partido será ver si el joven galés Aaron Ramsey marca. Y es que 4 de sus últimos 5 goles han anticipado la muerte de un megafamoso: Bin Laden, Steve Jobs, Gaddafi y Whitney Houston. Dictadores y populares del mundo, temblad.

Un mal fario que también persiguió este fin de semana al humilde Brighton & Hove Albion en Anfield, en partido de FA Cup, donde a pesar de marcar cuatro goles, perdieron 6-1. ¿Cómo? Tan anómala estadística se debe a que tres de los tantos entraron en propia meta, algo que no sucedió en los 131 años de historia de esta competición.

Aunque para mal de ojo el que le han echado al macedonio Nikolce Noveski, quien anotó un gol que hubiera preferido evitar, ya que se trata del sexto en propia meta del jugador del Maguncia en 173 partidos de la Bundesliga. El zaguero `mejora' así el registro del exdefensor del Hamburgo Manfred Kaltz, autor de seis tantos contra su voluntad en la liga alemana en los años 1970-80, en 581 partidos.

Duelo en lo alto de la Seria A

No será el único clásico del fin de semana. Italia entera se paraliza este sábado para disfrutar del duelo en la cumbre del Calcio, un Milan-Juventus, primero y segundo, con un punto de ventaja de por medio para los Rossoneri.

De Rivera a Sivori, de Van Basten a Platini, de Maldini a Del Piero, de Shevchenko a Trezeguet, de Kaka a Zidane... La rivalidad entre Milan y Juventus es la más grande del futbol italiano, desde aquel primer duelo entre ambos en 1901. Mientras que los milanistas han ganado la Seria A en 17 ocasiones, contra 27 de la Juventus, es en Europa donde los primeros sacan una gran ventaja a su rival: 7 a 2 en Copas de Campeones. Además, uno de los títulos europeos del Milan fue obtenido a costa de los turineses, el de la final de la Champions League jugada en el mítico Old Trafford, en 2003, en la que Conte, actual técnico juventino, fue suplente.

Este fin de semana, los de Massimiliano Allegri, con el mejor ataque del Calcio, no podrán contar con sus dos mejores baluartes ofensivos: Zlatan Ibrahimovic (sancionado) y Boateng (lesionado). Por su parte, la Vecchia Signora llega invicta en este ejercicio, y contará con el revulsivo del regreso de Andrea Pirlo a San Siro, donde rayó a gran altura entre 2001 y 2011.

Dos históricos en racha, todo lo contrario que el tercero en discordia, el Inter, para quien la pesadilla no termina. Después de sucumbir por 0-1 contra el Novara la semana pasada, registró un segundo revés consecutivo en casa, ante el Bolonia (0-3), con un doblete del veterano Marco Di Vaio. Desde que se fue Mourinho ya se han sentado en ese banquillo Benítez, Leonardo, Gasperini y Ranieri. Pesadilla como la que atraviesa el genial holandés Wesley Sneijder, quien tiene la peor efectividad de cara a gol de toda la Serie A, con solo un 3% de entre todos esos futbolistas con más de diez tiros. Una puntería que deberá afinar porque el domingo los Nerazzurri visitan nada más y nada menos que San Paolo, al Nápoles de los Lavezzi, Hamsik y Cavani -jugador al que sus padres quisieron llamar como al inventor, pero al registrar su nombre lo escribieron mal y en lugar de Edison, pusieron Edinson-.

El otro «De Klassieker»

Fin de semana futbolero de duelos europeos. Otro de ellos se vivirá en la Eredivisie holandesa, entre PSV y Feyernoord, con el recuerdo de la histórica paliza que en la temporada pasada le infligieron los Boeren (`granjeros') de la Phlillips al equipo de los trabajadores portuarios, un inapelable 10-0. Un encuentro que con los años se ha convertido en otro De Klassieker, al margen del clásico Ajax-Feyenoord. Llega con los de Eindhoven primeros y los de Rotterdam quintos. Pero esta jornada las miradas en Holanda se fijarán en el AZ Alkmaar, segundo, y el sorprendente Heerenveen, tercero y que ya ha atado al gran Marco van Basten como entrenador para la próxima campaña. Y es que la liga holandesa está más apretada que nunca.

Tan emocionante como la Bundesliga alemana. Allí, gran duelo en lo alto de la tabla este domingo entre un Bayern venido a menos en las últimas semanas -tercero- y un Schalke -cuarto, a un punto de los bávaros- que viene de ganar 4-0 y de que Raúl anotara el gol 400 de su carrera en un partido oficial.

Pero en Alemania es tiempo de Borussias, porque Dortmund y Mönchengladbach, o lo mismo que decir Mario Götze (19 años) y Marco Reus (22), encabezan la clasificación de una competición a la que acaba de regresar el veterano Otto Rehhagel, al banquillo del necesitado Hertha de Berlín, a sus 73 años. Por cierto, el que se va a liga rusa es el orange Guus Hiddink, que ha fichado por el Anzhi de Eto´o.

Como se ve, alicientes en las grandes ligas, como en Portugal tras la derrota del líder las Águilas del Benfica 10 meses y 10 días después, o en la Ligue 1 francesa tras el empate a dos entre los gallitos PSG y Montepellier, con lo que sigue el punto de diferencia entre ambos. Lo dicho, que ruede el balón.