El cierre de Cotalsa y Azysa, sumado a la debilidad del sector de servicios, han llevado según LAB, a que Agoitz se convierta en una ciudad fantasma donde predominan las empresas vacías. En una rueda de prensa ofrecida en Agoitz el pasado martes, explicaron que aunque con la instalación de la empresa Gamesa intentó venderse una esperanza de reindustrialización, actualmente solo 40 personas de la zona trabajan en ella.

Los delegados de LAB afirmaron que la crisis ya comenzó a golpear esta localidad en los años 2006 y 2007 con el cierre de las empresas Solano, T-Color, Propitex y Tainsa entre otras. Entonces, una iniciativa popular liderada por LAB comenzó a reivindicar la reindustrialización de la zona.

Tanto el Ayuntamiento de Agoitz como el Gobierno de Nafarroa prometieron fomentar el empleo en la zona y anunciaron la instalación de una planta de la empresa Gamesa. Fue, según LAB, «un momento ilusionante» para los ciudadanos.

Sin embargo, la central denuncia que todas las promesas del Gobierno y del Ayuntamiento «han caído en saco roto» y que actualmente no queda en Agoitz más que el «esqueleto» de un polígono industrial fantasma con los restos de todas las empresas que han ido cerrando sus puertas.

Gamesa, una falsa ilusión

El sindicato denunció que el caso de Gamesa es otro ejemplo de la desindustrialización de Agoitz, a pesar de que desde las instituciones se les intentó «vender» la idea de que con su instalación «se acabaría el paro».

Según LAB, esta idea no se ajusta a la realidad, puesto que antes de instalarse Gamesa los parados rondaban las 180 personas y hoy en día son 252. «Es decir, aunque Gamesa ha ocupado hasta ahora 200 trabajadores en su planta de Agoitz, solo trabajan en ella 40 personas de esta zona», recalcaron.

La central responsabilizó de la actual situación al Gobierno navarro y a la patronal y añadió que han perfilado un modelo de desarrollo centrado en Iruñea y Tutera.

Por ello, exigió a las instituciones que desarrollen un plan industrial para desarrollar un tejido empresarial propio para Agoitz y deje así de ser «un pueblo dormitorio y almacén de agua».