Disculpen por la expresión, pero lo cierto es que Gescrap Bizkaia Bilbao Basket y Montepaschi Siena disputaron un partido de hombres y para hombres. Con unos árbitros que, literalmente, se «tragaron el pito», vizcainos y toscanos realizaron un duelo farragoso -y malo- a más no poder, sobre todo en la primera mitad, donde se repartió candela en cada acción y cada ataque era una pequeña guerra. Al final, un buzzer beater de Raül López, que resultó ser el «hombre entre hombres», decidió el duelo, con lo que los cuartos de final están más cerca.

La primera ventaja bilbaina se produjo en el 9-8, con canasta de Banic. Por sorprendente que pareciera, ya habían transcurrido 12 minutos de partido. Salvo el primer ataque, el resto fue un calvario atacante. Los triples bilbainos no iban, e incluso pasar se volvía tortuoso para un Bilbao Basket que no hallaba tiros claros. Las transiciones también se pusieron imposibles ante el excelente balance defensivo italiano. Y ahí, Jackson, que acabó tocado y mareado, naufragó.

Pero Montepaschi Siena tampoco jugaba a su nivel, en gran parte gracias a la defensa local. Los de Katsikaris asfixiaron a McCalebb y Andersen, obligando a jugadores como Stonerook o Ress a jugarse más tiros de los habituales. Además, tras un 3-8 adverso de inicio, los hombres de negro tapiaron su canasta gracias a un D'Or Fischer inmenso en la intimidación.

Las cosas mejoraron levemente en el segundo round. El recuperado Roger Grimau -erigido en «armador» en esos minutos- y Marko Banic -enorme jugador sin balón y atento a la línea de pase- elevaron el nivel bilbaino, dando exiguas rentas a sus arcas -que solo se atinara con un triple, por parte de Vasileiadis, tampoco ayudaba-, aunque al descanso se llegaba por detrás, 21-22, tras bandeja de Rakocevic al aprovecharse de un robo de Thornton.

Volviendo tras cada golpe

El regreso de los vestuarios trajo la primera canasta de McCalebb y el intento de escapada toscano, que se fue 23-28. Un parcial de 6-0, con un «dos más uno» de Banic y un triple de Raül López devolvieron la ventaja a los de Katsikaris, en unos minutos de mayor fluidez ofensiva local, que frenaron a los italianos con distintas defensas -hasta una zona 2-3-, todas muy cerradas.

El último cuarto arrancaba con empate a 39, después de que Banic y Raül López -este sobre la bocina- contrarrestaran los puntos cosechados por Stonerook -triple- y Rakocevic, en un duelo que transcurría a contracorriente para los bilbainos.

Tan a contracorriente, que Montepaschi Siena volvió a dar varios «estirones» de 0-4, con grandes canastas de Rakocevic y Moss y con cinco puntos de McCalebb. Pero entre que los bilbainos siempre volvían, sobre todo gracias a cargar el rebote de ataque -hasta 17 capturaron- para llegar al final con opciones.

A falta de 23 segundos, Fischer anotaba dos tiros libres para 54-53; McCalebb solo empataba. En el juego de las faltas, López ponía el 56-54, pero McCalebb empataba y Raül replicaba: 58-56. Rakocevic, a 11,9 segundos, solo anotaba uno. Ya estaba hecho.

O no. Porque entre Mumbrú y Raül López perdieron el balón -cosieron a tortazos al de Vic-. Y una mala defensa bilbaina dejó solo a Andersen que asistió para canasta fácil de Bootsy Thorton. 58-59 a 6,4 segundos. Y el último tiro, sobre la bocina, se lo jugó Raül López. Y la clavó. El más hombre los hombres.