Como casi cada día desde hace una semana el Movimiento 23 de junio (M23) convocó una manifestación ayer en Plaza de la Independencia, a la que todos los accesos había sido cortados.

El martes, el famoso cantante Youssou Ndour, cuya candidatura a la presidencia fue rechazada por el Consejo Constitucional, resultó levemente herido en la pierna, cuando rodeado por cientos de jóvenes, se acercó a la policía, que le cerró el paso y disolvió la manifestación con gases lacrimógenos. Un joven de 16 años murió por la actuación policial.

Fue el quinto día consecutivo de disturbios en Dakar y ya son al menos seis personas las que han muerto y decenas las heridas o detenidas desde finales de enero en enfrentamientos relacionados con la candidatura del presidente Abdoulaye Wade, que lleva doce años en el poder, a las elecciones del domingo.

Entre los arrestados figuran miembros del grupo Y'en a marre (Ya es suficiente), siete de los cuales comparecieron ante un tribunal ayer acusados de intentar organizar una sentada permanente en la Plaza del Obelisco en Dakar para reclamar la retirada de la candidatura del jefe del Estado.

Cuatro se declararon «no culpables» de «participación en una manifestación no autorizada», pero el fiscal solicitó seis meses de prisión condicional. El juicio se fijó para el lunes.

Mediación de la UA

En este contexto el ex presidente nigeriano Olusegun Obasanjo llegó a Dakar el martes para dirigir la misión de observadores de la Unión Africana, que no excluye jugar un papel mediador.

La Unión Europea y Estados Unidos, aliados tradicionales de Senegal, instaron al gobierno a respetar el derecho a manifestarse libremente y pidieron a todas las partes «evitar la violencia». Las manifestaciones políticas están prohibidas en el centro de Dakar desde julio de 2011.