GARA > Idatzia > Iritzia> Kolaborazioak

Gorka Ortiz de Guinea, Lorena López de Lacalle, Luis Salgado | Portavoces de Bildu en las Juntas Generales de Araba

Araba: que nadie impida otro futuro

 

Un buen día, de la noche a la mañana, Javier de Andrés se levantó como diputa- do general de Álava. Lo había conseguido, de aquella manera, en una sesión sustancialmente diferente a la que ocho años antes había protagonizado su compañero de filas Ramón Rabanera. Pasan los años y como si de un espejismo se tratara, siguen hablando en nombre de la mayoría social y política de Araba. Pero no ven, o no quieren ver, que hace tiempo que arrancó el cambio.

Obvian que tras el cristal de su despacho se observa la imagen de que otra Araba es posible. Lo es, gracias al trabajo que durante los últimos años multitud de alaveses, organizados en agentes políticos, sindicales, sociales, o por cuenta propia, han conseguido transformar un herrialde que ahora es más euskaldun, más de izquierdas, más concienciado con el medio ambiente, con la exigencia de solución democrática del contencioso de Trebiñu, con los derechos sociales...

Araba es el espejo en el que muchos se miran. Lo fue en 1976, cuando Gasteiz puso en jaque a un gobierno y creó las condiciones para un verdadero cambio político, económico y social. Hoy, la dignidad y la lucha del 3 de marzo siguen vivas, seguimos luchando por un sistema económico justo, por el reparto de la riqueza y por unas condiciones de trabajo dignas. Supimos y sabemos luchar, al igual que sabemos mantener viva nuestra memoria.

El trabajo del movimiento a favor del euskara también está dando sus frutos. Los últimos datos en matriculaciones han puesto en evidencia que el modelo A es residual en nuestro herrialde. Solo el 1,2% del total de los nuevos estudiantes optan por ese modelo que, dicho sea de paso, no garantiza el aprendizaje de nuestra lengua.

Otro tanto ha ocurrido en el empeño que los habitantes de Trebiñu han puesto para la difusión y la conciencia en torno al histórico contencioso.

Estos son solo ejemplos, porque innumerables son los cristales que forman esta colorida vidriera de izquierdas, soberanistas y euskaldunes cada vez más extendida por Araba. Desgraciadamente, algunos han preferido taparse los ojos ante esta realidad.

Por encima de vetos y tras los pasos dados durante los últimos años y meses, hemos conseguido abrir un nuevo escenario político en Euskal Herria, el cual está propiciando un vuelco sustancial en la correlación de fuerzas. En este sentido, valoramos que la izquierda soberanista vasca, representada en Bildu y Amaiur, no habría alcanzado la fuerza actual en Euskal Herria y en particular en Araba, sin el mencionado aporte colectivo.

Se han ido tejiendo nuevas condiciones sociales y políticas en nuestro territorio. En ese camino se ha demostrado que hay nuevas mayorías, que si queremos el PP ya no va a poder condicionar. Nuevas mayorías, que sí pueden condicionar a la Diputación de Araba. Lo hemos comprobado en esta legislatura, cuando la cámara foral ha dejado en minoría el gobierno del PP en temas fundamentales como la prórroga de Garoña, la dación en pago, el fracking, la exención del impuesto de plusvalías a las personas que sufren un desahucio...

La voluntad de Bildu es trabajar en esa dirección, encaminados al cambio junto a los sectores populares de nuestro territorio, pero también junto a otras formaciones políticas. El PNV sabe que la mano de Bildu está tendida y abierta a la colaboración. Pero a la colaboración en un sentido concreto. Si el PNV quiere avanzar en la reintegración de Trebiñu en Araba, en la defensa de los derechos sociales, en una financiación justa para las entidades locales, en la preservación del medio ambiente por encima de intereses económicos, en el fortalecimiento efectivo del euskara, en una cultura participativa, crítica y transformadora... nos encontrará. Sin embargo, si el PNV quiere avanzar en la dirección contraria, que no cuente con nosotros.

La realidad manda. El PNV puede colaborar en construir una Araba diferente. Hay una mayoría alternativa que puede condicionar a la Diputación del PP. El PNV lo sabe y sin embargo en las cuestiones más relevantes ha preferido unirse al PP y dar la espalda a esa mayoría alternativa. Lo ha hecho en temas fundamentales como la aprobación de los presupuestos o el acuerdo para repartirse el poder en Kutxabank. En esos temas, ha pactado con el PP. En ellos ha preferido mirarse en el espejo del Partido Popular, el mismo que nos lleva a políticas neoliberales que se han demostrado fracasadas. La responsabilidad, como alegan, no puede ser la excusa para ir de la mano del PP, porque los números dan para construir alternativas y hacerlas efectivas.

En Araba hemos conseguido las condiciones suficientes para avanzar en la dirección del cambio político y social. El PNV también puede sumarse y avanzar en ese camino. De lo contrario, corren el riesgo de peregrinar por un desierto en el que cada vez vayan acompañados de menos gente. Pero lo que es peor, estarán dando la espalda a una mayoría alternativa en nuestro herrialde. Una mayoría diferente que construya una Araba sobre otros valores. Los números son el reflejo del cambio. La esperanzadora realidad dice que existe esa Araba de izquierdas, soberanista, abertzale, euskaldun, feminista y solidaria en la que trabajamos y estamos construyendo. Que nadie impida otro futuro para Araba.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo