Triunfo sobre la bocina de Lagun Aro GBC
El acierto llega del convencimiento
Baron fue el héroe con sus 6 últimos puntos en un igualadísimo partido decidido con un triple sobre la bocina del de Rhode Island. Sito Alonso volvió a ordenar hacer personal a falta de 7 segundos y con empate a 73. Gipuzkoa Basket asciende a la sexta posición.
LAGUN ARO GBC 76
CAI ZARAGOZA 75
Arnaitz GORRITI
Jimmy Baron y Sito Alonso dormirían a pierna suelta anoche. No tanto por la undécima victoria de Lagun Aro GBC, que eleva a los donostiarras a la sexta plaza clasificatoria, superando en el basket average a un CAI Zaragoza que hizo méritos de sobra para ganar. El motivo principal tampoco es el buzzer beater del «búho» de Rhoe Island, después de empatar previamente el duelo a 73, clavando tres tiros libres muy comprometidos. Todo ello ayuda y es parte fundamental del 76-75 final y de la clasificación de Gipuzkoa Basket.
Pero lo que de veras añade valor al triunfo guipuzcoano y eleva a Jimmy Baron es la manera de afrontar los últimos segundos. La confianza, el convencimiento con que los pupilos de Sito Alonso acometieron un partido duro e igualado, irregular en la faceta ofensiva -sufriendo más de la cuenta en ataque estático, en especial Raulzinho Neto, sobre todo por los cambios a defensas zonales 2-3, 3-2, e incluso una mixta «caja y uno», de los de José Luis Abós-, y muy sufrida también atrás -Vidal, pese a sus 15 puntos, sufrió con las faltas y acabaría eliminado, Cabezas superó a Salgado, Aguilar sostuvo a Panko, Almazán le dio problemas a Lorant, Doblas y Betts permitieron canastas fáciles a Hettsheimeir Fontet y Archibald, Bracey Wright se cobró faltas y tiros libres a tutiplén-, con la idea clara de que no había nada perdido -70-73 en favor del CAI, a menos de 10 segundos por jugarse- y de que el triunfo debía depender de su acierto -falta de Papamakarios, la quinta, sobre Wright, a 7 segundos del final, con 73-73 en el luminoso, y sin posibilidad de tiempo muerto posterior-, no del error ajeno.
Sito Alonso -como ante Bilbao Basket en el derbi de Miribilla- buscó la victoria por arriesgarse a perder, y el de Monzón halló la recompensa. El triunfo de ayer no fue un milagro, pero al cuadro donostiarra cabría aplicarle el dicho que reza en el Evangelio de San Mateo -Mt 9, 20-22-: «Tu fe te ha salvado».
El uso inteligente de los recursos
Como queda dicho, Jimmy Baron no solo fue el mejor jugador de Lagun Aro GBC con 23 puntos, sino que acabó por dar la victoria a los suyos. El escolta norteamericano no tuvo un día excelso en el tiro de tres -3 canastas de 9 intentos-, pero explotó mejor que nunca otros recursos baloncestísticos.
En primer lugar, es de agradecer que busque la penetración, de modo que saca faltas y puede viajar a la línea de tiros libres -ayer anotaría los 8 lanzamientos de los que dispuso desde los 4,70 metros-, amén de que a veces ensaya -con tino- el tiro de media distancia.
En esa mejora de la gestión de sus virtudes, Baron también tuvo su espaldarazo de fe. Durante la temporada, el de Rhode Island ha errado tiros libres y triples decisivos -un tiro libre para ganar en Valladolid, por ejemplo-. Pero Sito Alonso ayer volvió a confiar en él, y Baron respondió. Primero, sacó la falta en lanzamiento triple a Stefansson y anotó los tres tiros libres. En la última jugada, Neto lo buscó en la esquina, y Baron fintó a Aguilar, se echó a su izquierda y clavaba el triple de la victoria.
Sito Alonso destacó ante todo la «fe del equipo ante cualquier adversidad» y subrayó, ante un «CAI Zaragoza que ha jugado un buen partido», que «como en Bilbo, el equipo ha decidido ser valiente».
«Estamos contentos porque creemos en la mentalidad de grupo y no queremos defendernos de ninguna situación. De nuevo, como ocurrió en Bilbo, el equipo ha decidido ser valiente y hemos optado por la situación más difícil, que era cometer la falta sobre Wright y jugárnosla a nuestro tiro. Podía haber salido mal, pero ha salido bien», dijo.
Asimismo, el técnico aragonés de Lagun Aro GBC subrayó el papel de Baron, mostrándose «especialmente contento de que Jimmy haya metido la última bola, porque la frialdad que ha tenido no solo para tirar, sino para fintar con el tiempo que quedaba, demuestra que es el mejor, aunque tenga partidos mejores y peores».
Como corolario, Alonso quiso destacar y «agradecer más que otros días» a la afición. «Nos ha dado un impulso cuando el partido se ponía cuesta arriba. Sin ellos seguramente hubiera sido imposible ganar», declaraba.
A. G.