El Sadar vuelve a ser inexpugnable
El casillero no entiende de brillos
Los rojillos acertaron cuando estaban siendo más dominados -primera parte- y no estuvieron tan fiables al tomar las riendas del encuentro -segundo periodo-. Al final, se complicaron la vida con la expulsión de Puñal, pero se las apañaron para mantener el 2-1.
OSASUNA 2
GRANADA 1
Natxo MATXIN
Quizás no tuvo tanto brillo como la conseguida ante el Barcelona, pero lo cierto es que la victoria rojilla sobre el Granada es tanto o más importante que la lograda ante los culés. Vuelve a reafirmar que Osasuna ha recuperado su fiabilidad de El Sadar, y permite superar a un rival muy pegajoso, que lo puso complicado al principio.
De hecho, el resultado de la primera parte no fue acorde al juego. Andrés Fernández tuvo que poner una vez más su granito de arena antes de la tormenta goleadora que se produjo al filo de la media hora. El larguero que repelió un chutazo de Martins y sendas dobles intervenciones a Nyom, primero, y después al omnipresente Martins y Uche, evitaron que el Granada se adelantase de manera justa por sus méritos.
Como un equipo grande, Osasuna sí que golpeó primero, pese a ser dominado por el rival. A la mejor combinación de los andaluces -salían muy fácil al primer toque-, los anfitriones respondieron con eficacia, gracias a la estrategia y a no perdonar el error del adversario.
Nekounam golpeó primero en un saque de esquina ante la blandura con la que le defendió Mainz, demostrando que la defensa, mermada con la ausencia de Iñigo López y Siqueira, era la línea más débil de los visitantes. Nyom corroboró tal extremo apenas tres minutos después cuando le dio el balón a Lekic para que los de Mendilibar se adelantasen por partida doble.
Demasiada recompensa, sin duda, para los merecimientos mutuos. Y es que el Granada, aún resintiéndose por el doble castigo, siguió manejando el esférico con criterio y a su favor estuvo que supo reaccionar con rapidez. Si el ariete balcánico había abierto más tierra de por medio en el minuto 28, dos después Mikel Rico anotaba un golazo buscando, y consiguiendo, encontrar la escuadra local.
A la borrachera de goles le sucedió un tramo -el último cuarto de hora- más embarullado, pero no menos peligroso para los intereses navarros. Uche le hizo un caño a Miguel Flaño y otra salida a la desesperada de Andrés Fernández evitó el empate, con posterior enganchada entre los futbolistas de ambas escuadras a raíz de que el guardameta murciano se quedase lesionado en el suelo.
Vuelta a la tortilla
Y las tornas cambiaron por completo tras el paso por vestuarios. Mucho más sólido, Osasuna cerró las vías de los granadinos, que se transformaron en un equipo romo y sin circulación, totalmente diferente al de los primeros cuarenta y cinco minutos. Osasuna ya no sufrió hasta los últimos instantes y, en cambio, dispuso de ocasiones como para haber finiquitado antes de ponerse con inferioridad numérica.
Ante la lesión de Lekic, fue Ibrahima quien ejerció de pesadilla para la defensa andaluza, buscándose la vida el senegalés toda vez que Raúl García lo vio mínimamente desmarcado. Se adelantó a su marcador en el 49, 61 y 65, pero sus acometidas no encontraron la puerta necesaria para tranquilizar a la grada de cara a otro final de encuentro que iba a ser de infarto.
Los anfitriones ahora sí que llevaban el peso del envite, impedían que el rival les generase peligro, pero, sin embargo, no cerraban el partido. La expulsión de Puñal iba a darle ese punto de emoción que nunca puede faltar en casi todos las citas de El Sadar. Un cuarto de hora para vaciarse en el campo e impedir que el Granada se llevase parte del botín.
Y Osasuna lo consiguió a base de mucho coraje y casta en ese último periodo, aunque el binomio Raúl-Ibra aún dispuso de otra ocasión muy clara para aliviar el sufrimiento de la parroquia. Pero entre que el de Zizur Nagusia llegó muy justo al área rival -su pase al africano no fue del todo preciso- e Ibrahima golpeó con la pierna que no debía, la contra acabó muriendo desafortunadamente en la línea de fondo.
Pese a la inferioridad numérica, el agobio visitante tampoco fue para tanto y únicamente Mainz, en una falta en la que se adelantó a Andrés Fernández, que se quedó parado bajo palos, tuvo la oportunidad de llevarse un punto a Granada. Los rojillos supieron llevar el duelo a su terreno para sumar tres puntos bastante más importantes de lo que pudieran parecer.
Osasuna cambió por completo de cara cuando su técnico lo recompuso tras un primer tiempo en el que el Granada les bailó a los anfitriones. Como siempre, la clave estuvo en el medio campo, bastante más cohesionado tras el paso por vestuarios de lo que lo estuvo en los cuarenta y cinco minutos iniciales.
«Lo teníamos hablado y sabíamos que ellos jugaban con mucho centrocampista centrado, pero Raúl García se ha ido muy arriba a presionar y los carrileros estaban demasiado escorados, por lo que Puñal y Nekounam se encontraban en inferioridad respecto a los hombres del Granada», explicó Mendilibar.
Corregida esa mala disposición sobre el terreno de juego, el equipo dispuso del control completo del partido, hasta el punto de que incluso con un jugador menos «apenas nos hicieron ocasiones, una nada más a balón parado, con un remate de cabeza de Mainz», explicó el zaldibartarra. Además, los rojillos se encontraron con oportunidades «a la contra», ya que todos se pusieron las pilas ante la adversidad, citando el caso de Cejudo, «que ha robado varios balones, aunque es algo que debemos hacer cuando estamos todos, creando superioridades», señaló el preparador osasunista.
Mendilibar, que señaló que Andrés «ha hecho lo que tenía que hacer, para eso se le paga», en referencia a su gran actuación, declinó hablar de Europa y se reafirmó en que «estamos a diez puntos del descenso y tenemos que seguir creyendo en la permanencia».
Abel Resines, míster del Granada, destacó el trabajo de los suyos, «aunque sin acierto en Primera se acaba pagando al final. Osasuna se ha puesto por delante gracias a que con una oportunidad ha generado dos goles y después se han colocado bien».
N.M.
Como suele ser habitual, la plantilla osasunista regresa hoy al trabajo -Tajonar, 10.30- con sesión de recuperación para los titulares y otra más exigente para los suplentes y no convocados. Los de Mendilibar guardarán descanso mañana, mientras que se ejercitarán el resto de días, también a las 10.30, hasta el compromiso del sábado en Mallorca a las 18.00.
Los juveniles de División de Honor golearon al Berceo (4-1) en Tajonar, con lo que le superaron en la tabla -ambos están igualados a 44 puntos- gracias al gol average. Los de Mateo ocupan la cuarta plaza. A excepción del Infantil A, que perdió en el campo del Txantrea, el resto de conjuntos rojillos vencieron en sus respectivos compromisos.