La violencia religiosa vuelve a sacudir Nigeria y deja al menos seis muertos
GARA | LAGOS
Al menos seis personas murieron y decenas resultaron heridas ayer en una nueva ola de violencia entre cristianos y musulmanes en Jos, en el centro de Nigeria, desencadenada por el ataque a una iglesia que desencadenó represalias.
Por la mañana, un kamikaze hizo estallar un coche bomba contra la puerta de una de las más importantes iglesias cristianas de la ciudad, capital del estado de Plateau, causando la muerte a tres personas, entre ellas un niño, y heridas a otras 50.
El de ayer fue el último de los ataques se se vienen sucediendo casi a diario desde hace meses en el país más poblado de África, con 160 millones, y que son atribuidos principalmente al grupo islamista Boko Haram.
Horas más tarde, jóvenes cristianos indignados por este nuevo ataque contra su comunidad desataron la violencia en los alrededores de la iglesia. Otras tres personas murieron en una calle cercana al templo y varias tiendas propiedad de musul- manes fueron quemadas.
Los ataques se están multiplicando en el centro del país, verdadera placa tectónica étnico-religiosa entre el desheredado norte de mayoría musulmana y el sur, rico en petróleo y predominantemente cristiano.