El juicio contra 43 cuarenta miembros de organizaciones no gubernamentales acusados «financiación y realización de actividades ilícitas» comenzó ayer en El Cairo con la presencia solo de una parte de los acusados y la ausencia de los extranjeros, entre ellos los 19 estadounidenses.

Tras una audiencia de una hora, el juicio, que amenaza las relaciones entre Egipto y EEUU y ha puesto en riesgo los 1.300 millones de dólares en ayuda militar anual que Washington entrega a El Cairo, quedó aplazado hasta el 26 de abril. Esta decisión podría dar más tiempo a una solución política para el caso, señalaron abogados, ya que EEUU y Egipto están manteniendo «intensas conversaciones», en las que ha intervenido incluso la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, para desencallar este asunto.

Dentro del Gobierno, la actuación contra las ONG es apoyada de manera muy activa por la ministra de Cooperación Internacional, Fayza Abul Naga, ya en el cargo en tiempos del Hosni Mubarak.

Los Hermanos Musulmanes, que ahora dominan el Parlamento, han amenazado con revisar el acuerdo de paz entre Israel y Egipto si EEUU decide poner fin a su ayuda a Egipto.

Cuarenta y tres miembros de las organizaciones no gubernamentales egipcias y extranjeras, que quedaron en libertad hasta la próxima audiencia, están acusados de recibir fondos ilegales del exterior y llevar a cabo actividades políticas no relacionadas a su labor en la sociedad civil.

Solo 14 de los acusados, todos egipcios, comparecieron ayer para refutar los cargos de «atentado a la soberanía del Estado». Además de los 19 estadounidenses hay serbios, noruegos, alemanes, palestinos y jordanos.

Abogados de la acusación exigieron que los procesados fueran detenidos y les acusaron de «espionaje». «Estas organizaciones están acusadas de espionaje e ir contra la ley. La mayoría de ellos están en contacto con la CIA. Estas organizaciones reunieron información e informaciones a Egipto y los enviaron al Departamento de Estado estadounidense», indicó el letrado Khaled Suleiman.

«El caso es, evidentemente, político. Hemos demostrado durante la investigación que no hemos hecho nada malo», declaró a AFP uno de ellos, Shafiq Islam.

«Estas organizaciones no buscan la división de Egipto ni conspiran contra el país, como dicen los medios de comunicación oficiales. Ellos pagan por tratar de educar a los egipcios en la democracia», aseguró Ramzi Tawhid, uno de los abogados de la defensa, que denunció no tener acceso a toda la documentación de la investigación.

Sólo siete de los 19 estadounidenses acusados siguen en Egipto, según el responsable de una de las ONG de EEUU. El resto salió del país antes de la prohibición de abandonar el territorio.

La ley egipcia actividades de las ONG, heredada de la época de Hosni Mubarak, es muy restrictiva.