«Luces rojas» pone el cine al servicio de los trucos de magia más espectaculares
Rodrigo Cortés está dispuesto a ocupar el sitio de Shyamalan en lo más alto del cine de suspense fantástico, a su vez heredado del maestro Hitchcock, con una efectista y espectacular propuesta llena de grandes trucos de magia. Presentada en el Festival de Sundance, fue recibida por la crítica allí desplazada con escepticismo y acusaciones de ambición desmedida. Su lujoso reparto importado de Hollywood podría compensar la balanza con la respuesta de la taquilla.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Rodrigo Cortés ha elegido el camino menos sencillo para triunfar en el mundo del cine, porque se ha autoimpuesto la obligación de sorprender al público con cada nueva película. A raíz del éxito mundial de «Buried», que supuso el más difícil todavía a la hora de intentar resultar original con los mínimos elementos escénicos, los espectadores esperan que se supere creando ficciones, aún si cabe, más abracadabrantes. Y empleo este término preciso para definir el tipo de espectáculo al que aspira, porque se toma el oficio de cineasta como lo haría un ilusionista. Los números de magia pensados para «Luces rojas» persiguen en consecuencia un mayor efectismo, por lo que no han faltado las comparaciones con la película de Christopher Nolan «El truco final».
Por las mismas razones de sacar el máximo rendimiento a los medios a su alcance, se las ha tenido que arreglar con unos modestos 15 millones de dólares de presupuesto para reunir un lujoso reparto, digno de las superproducciones de Hollywood. El protagonismo recae sobre el joven actor irlandés Cillian Murphy, que forma pareja con la veterana actriz Sigourney Weaver, todo un mito de la pantalla para los aficionados al género fantástico. Pero es que el tercero en discordia había de ser un actor de absoluto prestigio, al tener que encarnar al poderoso mentalista al que se enfrentan los dos investigadores parasicológicos.
Sobre el actor italoamericano recae la responsabilidad de dotar de credibilidad al que se supone que es el máximo exponente del esoterismo como espectáculo de masas, generando tal capacidad para hacer posible lo imposible como para que el entramado argumental pueda sostenerse. Por muy Robert De Niro que sea, tal vez su director le esté pidiendo demasiado. El poder de convicción ha de depender más bien de los trucos narrativos, al igual que de lo dispuesto que esté cada espectador a dejarse engañar.
Dirección y guión:
Angelina Jolie.
Intérpretes: Zana Marjanovic, Goran Kosic, Rade Serbedzija.
País: EE.UU., 2011.
Duración: 127 minutos.
Dirección y guión:
Rodrigo Cortés.
Intérpretes: Cillian Murphy, Sigourney Weaver, Robert De Niro, Toby Jones, Elizabeth Olsen, Joely Richardson.
Fotografía: Xavi Giménez.
Música: Víctor Reyes.
País: Estado español, 2012.
Duración: 119 minutos.
Rodrigo Cortés ganó el premio de los estudios Universal con su cortometraje del año 2000 «15 días», uno de los más premiados de la historia, como también lo había sido su anterior «Yul». El premio consistía en un curso de realización del que debió salir reforzado para afrontar la fulgurante carrera profesional que le esperaba, y que tuvo como brillante ópera prima en 2007 el largometraje «Concursante», galardonado en el Festival de Málaga. Su consagración mundial llegaría tres años después con «Buried», película ganadora de tres Goyas, además del Méliès de Oro en Sitges y del premio de la Crítica en Deauville. La realización de «Luces rojas» la ha compaginado con el guión y producción de «Emergo». M. I.
Dirección:
Alexander Sokurov.
Intérpretes: Johannes Zeiler, Anton Adasinski.
País: Rusia, 2011. Duración:
134 minutos.