EL PRESIDENTE FRANCÉS, EN EUSKAL HERRIA
Sarkozy dice en Lapurdi que acercar presos «es deseable»
Durante una tensa visita, el presidente francés se muestra a favor de hacer algún movimiento, en parámetros similares a los aprobados por la Asamblea Nacional hace semanas. Amaiur emplaza a Rajoy a revisar la política carcelaria española y Herrira pide que las palabras se materialicen.
R. SOLA- A. PRADILLA | DONOSTIA-MADRID
Aunque sea de momento solo a nivel declarativo y con matices, el Gobierno francés se muestra dispuesto a retocar su política carcelaria, y lo anuncia al máximo nivel. A preguntas de un periodista, Nicolas Sarkozy afirmó ayer en Itsasu que «yo siempre he considerado que el acercamiento es posible y deseable», aunque lo limitó aparentemente a los presos de nacionalidad francesa.
Sus palabras se ajustan bastante al reciente acuerdo de la Asamblea Nacional, que abre la puerta al acercamiento de los presos que ya tengan condena, aunque no así de los preventivos. En caso de que la medida se materializase, recaería por tanto en un pequeño grupo de presos políticos vascos (los de la nacionalidad francesa ya condenados), pero supondría un punto de inflexión en la política carcelaria que mantienen los dos estados conjuntamente desde hace muchos años.
Ante la interpelación trasladada por los medios, Sarkozy matizó en primer lugar que la mayor parte de los miembros de este colectivo «son españoles», por lo que alegó que «su acercamiento sería limitado» (las instituciones francesas han respondido a las peticiones de los presos de ser traídos a Euskal Herria proponiéndoles que pidan ser llevados al Estado español). Dicho esto, añadió además que si estos prisioneros están mayoritariamente en cárceles cercanas a París es porque así resulta más factible trasladarlos a los tribunales «hasta que la verdad judicial haya sido establecida». Y fue luego, ya al final de la respuesta, cuando introdujo la afirmación de que «siempre he considerado que el acercamiento es posible y deseable», aunque no concretó si tiene alguna intención de materializarlo en lo que le queda de mandato y ya con el aval de las cámaras legislativas de París.
«Que dejen las excusas»
Amaiur recogió rápidamente el guante lanzado por Nicolas Sarkozy. En una comparecencia urgente en los pasillos del Congreso, el diputado Iker Urbina em- plazó al presidente español, Mariano Rajoy, a «desactivar la política penitenciaria de excepción» que aplica a los prisio- neros vascos. El electo abertzale criticó que el Ejecutivo de Madrid siga «aferrándose a vulneraciones de derechos como único argumento político» y le instó a poner fin a la dispersión y liberar a los prisioneros gravemente enfermos y a quienes han cumplido su condena.
«Que deje de escudarse en excusas, que abandone su trinchera y se sitúe en el carril de la solución», apeló Urbina, que recordó que «no solo la mayoría social y política de Euskal Herria» ha hecho suyas estas demandas, sino que el propio inquilino del Elíseo les abre esa puerta con sus declaraciones.
Ante las condiciones impuestas por el Gobierno español para lo que denominan «reinserción individualizada», el diputado de Amaiur recordó que esta reivindicación únicamente supone «que se aplique la legalidad y se respeten derechos fundamentales», lo que, a su juicio, «no puede estar condicionado a ningún otro criterio».
Finalmente, Urbina rechazó la posición de PP y PSOE, que calificaron de «insuficiente» la declaración lanzada el domingo en el Kursaal de Donostia por la izquierda abertzale. El diputado independentista hizo ver a «quienes no están aportando nada a que el escenario político avance y se consolide en Euskal Herria» que «deben abandonar estas posiciones y comprometerse con una resolución democrática» del conflicto vasco.
Herrira pide hechos
Herrira también se hizo eco de las palabras de Sarkozy para pedirle que «profundice en esa línea de actuación. Sus palabras se acercan a lo que demanda la mayoría de la sociedad vasca, pero consideramos que es imprescindible que los cambios de discurso vayan acompañados de una plasmación práctica».
«Tras la enorme movilización general del pasado 7 de enero, son numerosos los agentes institucionales y políticos que han variado su discurso en torno a la situación de las y los presos -añade Herrira-. Ahora es el momento de que, debido a la gravedad de las vulneraciones de los derechos humanos y porque se trata de una demanda mayoritaria, dicho discurso pase de las palabras a los hechos».