El comité de empresa de JEZ Sistemas Ferroviarios, dedicada al diseño, producción y venta de material fijo de vía, y que cuenta con una plantilla de 250 trabajadores, se movilizó el pasado martes en Laudio para rechazar los recortes que propone la empresa en el nuevo convenio que está negociando con el comité (LAB, ELA y Sartu).

En un comunicado, el comité muestra su «más absoluto rechazo» a las propuestas realizadas por la empresa, tal y como indican, «por basarse todas ellas en el retroceso de nuestras condiciones laborales». Añaden que la dirección contempla también recorte de salarios, «todo ello bajo la amenaza de 20 despidos».

Según el comité, frente a la plataforma unitaria presentada por la representación de los trabajadores, la empresa responde con planteamientos diferentes.

El primero de ellos consiste en la aceptación de 20 despidos, una reducción de la masa salarial en un 5% o un paquete de medidas que pasan por reducir el salario un 2%. El segundo planteamiento propone incrementar en 24 horas la jornada laboral. La empresa también recoge en el tercer punto medidas como una rebaja en los complementos de IT, la congelación del premio de vinculación de los 25 años y la supresión de ayudas a los estudios entre otras.

Claros responsables

El comité afirma que la mala situación que actualmente atraviesa la empresa tiene unos claros responsables «que desde luego no son los trabajadores». En este sentido, concreta que la responsabilidad de esta gestión está «en la propia dirección» y añade que las principales causas son la falta de previsión y las pérdidas económicas que arrastra la empresa debido a la nueva planta que abrieron en 2009 en Arberatze (Nafarroa Beherea).

Por otro lado, recuerdan que debido a esta deriva de la compañía, la empresa tiene concedido un ERE de suspensión para toda la plantilla desde setiembre de 2010 hasta marzo de 2012. Añaden que a pesar de este ERE «la empresa reconoce su mala organización y asegura que ha perdido mucho dinero en este tiempo».

Por ello, reiteran que el comité no aceptará «ningún chantaje ni ningún retroceso» en sus condiciones de trabajo por lo que advierten que si la empresa no retira su planteamiento, seguirán con las protestas.