Ainhara Plazaola Departamento de Medio Ambiente de ELA
Por un puerta a puerta respetando los derechos laborales
ELA comparte la necesidad de extender el puerta a puerta. En contra de lo que dicen PP, PSOE y PNV, construir la incineradora es la irresponsabilidad
ELA defiende el sistema de recogida de residuos puerta a puerta. Es el sistema de recogida de residuos más efectivo que conocemos. La gestión de residuos se debe basar en la Directiva Europea de Residuos (2008/98/CE) y esta obliga a cumplir la siguiente jerarquía: primero reducir la cantidad de residuos generada, luego está la reutilización y después el reciclaje. El último paso serían la incineración y los vertederos. También obliga a recoger de manera separada los residuos orgánicos.
El sistema puerta a puerta es el que más se aproxima a estos objetivos, ya que reduce la cantidad de residuos generada y alcanza tasas de reciclaje superiores al 80%. Los sistemas de 4 o 5 contenedores no pasan de una tasa de reciclaje del 35%. En estos momentos Gipuzkoa tiene un problema: estamos generando demasiados residuos y no tenemos las infraestructuras necesarias para tratarlos de manera adecuada. Por ello, nos encontramos en la necesidad de llevarlos a otros sitios.
Pero este problema no ha surgido de repente. La mala gestión que se ha hecho en años anteriores nos ha llevado a esta situación. Hasta ahora han estado al frente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa quienes tanto están defendiendo ahora el Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa (PIGRUG) y ellos mismos no han cumplido lo que exigía el Plan. Según el PIGRUG, ya deberían de estar en marcha las plantas de tratamiento necesarias para la gestión de nuestros residuos, entre ellas dos plantas de tratamiento de residuos orgánicos (por eso se lleva la fracción orgánica fuera, porque Lapatx se ha desbordado).
Los residuos orgánicos se deben recoger de manera separada, y eso tampoco se ha hecho hasta ahora. El único objetivo del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa estos últimos años ha sido la construcción de la incineradora y ha hecho todo lo posible para convencernos de que el único tratamiento posible para los residuos era la incineración. Han preferido llevar la situación hasta el límite antes que apostar por el reciclaje del 80% de los residuos. 34 municipios de Gipuzkoa han tomado la decisión que antes ya habían tomado Usurbil, Hernani, Oiartzun y Antzuola: implantar el puerta a puerta en su municipio. ELA comparte la necesidad de extender el puerta a puerta. En contra de lo que dicen PP, PSOE y PNV, construir la incineradora es la irresponsabilidad.
ELA defiende que el sistema de puerta a puerta necesita de participación. Solo se llevará a cabo con el compromiso de todas las personas. Por eso nos parece adecuado que se hagan consultas populares, como ya se hizo en Usurbil en 2010. Pero estas consultas no se pueden pedir solo cuando nos convienen. Si se necesita una consulta para implantar el puerta a puerta también se debería hacer para seguir con el sistema de 4 contenedores o para poner el quinto contenedor. Quienes han estado en el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa en años anteriores piden consultas populares, pero ellos no las hicieron cuando decidieron impulsar la incineradora.
Así que se debería hacer una consulta para la incineradora, y también para preguntar si en Gipuzkoa queremos tantas infraestructuras que nos están llenando el territorio de hormigón: TAV, el Puerto Exterior de Pasaia, los Planes de Ordenación del Territorio...
No es ninguna novedad que detrás de las grandes infraestructuras hay intereses económicos privados, y quienes piden la construcción de la incineradora están protegiendo estos intereses. Por eso ELA les exige que de una vez defiendan los intereses de los ciudadanos y ciudadanas, y que no le hagan más boicot al puerta a puerta, porque es sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico y porque además crea empleo. Que no se haga más boicot desde Gipuzkoa, ni desde otras administraciones.
ELA es una organización sindical. Defendemos el puerta a puerta pero no a cualquier precio. En el caso de Usurbil ya denunciamos que se anunciase que la gestión de dicho sistema se iba a dejar en manos de una nueva empresa pública, huyendo del control económico y político. Para ELA es fundamental que se clarifique que se van a respetar el empleo y los derechos laborales del personal que actualmente realiza las tareas de recogida de los residuos. El reconocimiento expreso de la subrogación es una condición para dar nuestro apoyo. Defendemos el puerta a puerta, pero con transparencia, con derechos laborales y control económico y político.