La Junta de Portavoces del Parlamento de Gasteiz fijó ayer para el 30 de marzo el pleno en el que se debatirá la moción de Aralar sobre la creación de una ponencia, sin exclusiones, para «debatir y consensuar el tipo de soluciones que se debe dar a las consecuencias de la violencia».

Inicialmente, el debate debía haberse introducido en el orden del día del pleno del 22 de marzo, pero había interés por ganar algo más de tiempo, lo que lo retrasaba a la sesión del día 29. En esas condiciones, el portavoz de Aralar, Mikel Basabe, pidió que si se retrasaba no se hiciera al 29, puesto que su grupo iba a sumarse a la huelga general convocada para esa jornada. La Junta de Portavoces salió del atolladero con un ardid, convocar para el 30 de marzo un pleno ordinario con este único punto, como antecedente del pleno de control al Gobierno que va a celebrarse ese día.

Lakua, convencida

De esta forma, los grupos parlamentarios y el Gobierno de Lakua disponen de cerca de dos semanas para tratar de llegar a un acuerdo sobre la creación de la ponencia y su finalidad.

El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, aseguró ayer en ETB que en la víspera del pleno del pasado jueves, en el que el lehendakari expuso sus propuestas, la creación de la ponencia estaba «cocinada y consensuada» con el PP de la CAV. Dijo no saber qué había pasado para que al final el acuerdo no fuera posible, pero apuntó a que «probablemente mediaron llamadas del PP nacional». Pastor aclaró, nuevamente, que garantizan al PP que la izquierda abertzale no podrá participar en la ponencia.

Entre tanto, desde el Ejecutivo de Lakua, su portavoz, Idoia Mendia, insistió ayer en que están seguros de que el acuerdo para la creación de la ponencia será posible, con un consenso que agrupe desde Aralar al PP.

Por contra, el parlamentario de UPyD Gorka Maneiro manifestó que, en su opinión, la creación de la ponencia puede suponer «la puntilla» para el pacto entre PSE y PP.

Presencia de Ugarteburu

En otro orden de cosas, el intento de cerrar las puertas a la presencia de la izquierda abertzale en la sala de prensa del Parlamento, que había abanderado el diario «El Mundo», quedó en nada tras la reunión de la Mesa y de la Junta de Portavoces.

La presidenta, Arantza Quiroga, del PP, y el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, mostraron a Juanjo Agirrezabala, de EA, su disgusto por el protagonismo que había acaparado Maribi Ugarteburu, pero tuvieron que reconocer que todo lo hecho se ajustó a lo reglamentado. PNV, Aralar y Ezker Anitza no vieron nada reprochable. El PSE, calló.