Loa Angeles Times | Editorial 2012/3/13
Afganistán, en el borde
(Traducción: GARA)
Las relaciones entre Afganistán y los Estados Unidos sufrió otro revés impresionante el domingo, cuando un soldado estadounidense canalla se marchó de su base en el sur de Afganistán y mató a tiros a 16 civiles afganos, según funcionarios estadounidenses y afganos.
Los ataques, -en los que casi la totalidad de las víctimas eran mujeres y niños asesinados mientras dormían- se produjeron un mes después de que personal militar de EEUU quemara ejemplares del Corán en la base aérea de Bagram, y dos meses después de que apareciera un video mostrando a cuatro marines de EEUU orinando sobre los cadáveres de tres combatientes talibanes. Ni que decir tiene que inflamará aún más el sentimiento antiestadounidense en Afganistán, profundizará la desconfianza entre las autoridades afganas y las fuerzas de la coalición, fortalecerá las garras de los talibanes y complicará las delicadas negociaciones sobre el futuro de las relaciones de EEUU y Afganistán tras la retirada prevista de las tropas de combate en 2014.(...)
La experiencia de EEUU en Afganistán ha sido frustrante. No solo el pueblo afgano está cansado por una década de ocupación y cada vez más ansioso por ver el final de la presencia extranjera, también la mayoría de los estadounidenses creen que la guerra ha durado más de lo esperado y que no ha sido un éxito(...). Las bajas estadounidenses y de la coalición se cuentan por miles, y sin embargo, el progreso hacia una sociedad civil que funciona es terriblemente lenta, por decirlo suavemente. La corrupción y la ineficien- cia continúan siendo una plaga (...) Las negociaciones con los talibanes -la misma organización por la que EEUU fue a la guerra- ahora parecen como una de las maneras más prometedoras para lograr una solución política en el problemático país.
Algunos creen que las atrocidades como la que tuvo lugar el domingo son inevitables cuando una fuerza militar ha estado en guerra demasiado tiempo, con muy pocas esperanzas de éxito y demasiados soldados turnándose varias veces en servicio de combate. En todo caso, muestra que EEUU tiene razón al estar terminando su misión en Afganistán, y que debería seguir haciéndolo tan rápido como responsable y humanamente sea posible.