Raimundo Fitero
Atentos a la pantalla
El ente pública RTVE, estando descabezado, con un provisionalidad peligrosa, no para de aportar noticias contradictorias. Todavía no se ha nombrado nuevo equipo directivo, pero alguien, con las cuentas, con las fobias o por las consignas que nunca se hacen programa van quitando y poniendo programas, presentadores, series o películas. El miedo cuida la viña, y como se está viendo por donde van sus preferencias en casi todos los lugares donde ya van mostrando sus decisiones, hay un cierto temor a meter la pata. Si el nombramiento en la agencia EFE sirve de orientación, ha sido nombrado nada menos que uno de los periodistas de la extrema derecha más activa, tertuliano de la TDT party y directivo de La Razón. O sea, por ahí van a ir los nombramientos.
Desde el PP, en casi todos los frentes, están lanzando insidias contra los profesionales del ente con una frivolidad y falta de responsabilidad que asusta y les acusan de ser poco menos que marxistas-leninistas, y los más tibios les reprochan una tendencia prosocialista, en unos términos de grito y acusación en las puertas de los juzgados, lo que va abriendo el camino para las decisiones feroces que van a tomar en breve, en cuanto tengan las manos libres de citas electorales.
Algunas decisiones suenan más a represalias contra productoras que a cuestiones objetivas. Han cerrado el debate «59 segundos» con producción externa, y aseguran que lo sustituirán por un debate de otro formato hecho con producción propia. El plan no suena mal, aunque no todo van a ser buenas noticias porque se anuncia un concurso cultural (sic) presentado por Ramón García, que vuelve con su capa a la primera estatal, en cita diaria con la adaptación de un formato francés de gran aceptación que se llamará «¿Conoce España?». Es curioso porque no se trata de un trabajador de la casa, es decir que es una contratación a una productora de fuera, que además cuenta con el patrocinio de Telefónica, lo que no deja de ser un cúmulo de contradicciones. Permaneceremos atentos a la pantalla de la televisión estatal porque a ella volverán todos los tópicos y caras televisivas del pasado remoto.