El Gobierno de Trípoli ha reclamado a Mauritania la extradición inmediata de Abdulah al-Senussi, director de la Inteligen- cia militar durante el régimen de Muamar Gadafi, para ser juzgado en Libia por haber instigado y participado, presuntamente, en «crímenes y masacres antes y durante la revolución», señaló ayer el ministro libio de Justicia, Khelifa Achour.

«Pedimos a todos, especialmente a nuestros hermanos mauritanos que nos entreguen a este criminal para que responda por ellos ante la Justicia libia», manifestó.

Al-Senusi, considerado el brazo derecho del coronel libio, fue detenido el viernes por la noche en el aeropuerto de Nuakchot, adonde llegó en un vuelo procedente de la ciudad marroquí de Casablanca y en posesión de un pasaporte maliense falsificado, informó Efe.

«Es una nueva victoria para la revolución libia», aseguró el ministro antes de señalar que las autoridades libias están en contacto con las mauritanas para conocer las circunstancias y los detalles de la detención.

En noviembre pasado, responsables del Consejo Nacional Transitorio (CNT) libio anunciaron que Al-Senussi había sido capturado en el sur del país, aunque esa información no fue nunca confirmada. Por eso, su arresto en Nuakchot es un enigma.

Cuñado de Gadafi y considerado su más fiel colaborador, Al-Senussi, de 62 años, fue el responsable de los servicios de Inteligencia militar desde 2002 hasta la caída del régimen.

También el Estado francés pedirá la extradición de Al-Senussi, condenado en rebeldía a cadena perpetua en Francia en 1999 por su responsabilidad en ese atentado contra un vuelo de la UTA entre Brazaville y París que estalló en vuelo cuando atravesaba el desierto de Níger y en el que murieron 54 ciudadanos galos.

En busca y captura desde la caída del régimen, las nuevas autoridades libias acusan a Al-Senussi de ser el cerebro de la matanza, en 1996, de 1.200 personas, en su mayoría opositores a Gadafi, en la prisión de Abu Salim.

El pasado 27 junio, cuando la revuelta libia se encontraba en pleno apogeo, la Corte Penal Internacional emitió un orden de arresto en su contra por crímenes contra la humanidad.

Queda por ver si Mauritania entregará a Al-Senussi a la CPI, ya que el país no es firmante del Tratado de Roma que creó esa corte, y además su presidente, Mohamed Uld Abdel Aziz, mantenía buenas relaciones con el régimen de Gadafi y no reconoció al CNT hasta un mes después del linchamiento del coronel.