Los estudiantes de los institutos de Gasteiz no están nada contentos con el actual sistema educativo. Ayer lo expresaron en público en una rueda de prensa efectuada a la tarde en el frontón Auzolan, en el Casco Viejo, en la que expusieron que los últimos años les han servido para aprender que el modelo educativo vigente no les sirve, aunque ha sido a raíz de las protestas a favor de su transformación social cuando han decidido tomar cartas en el asunto.

«Este modelo educativo, mediante prácticas conscientes e inconscientes, reproduce esta sociedad», apuntaron, antes de definirla como «injusta». De ahí que apuesten por su transformación. «Es necesario -dijeron- parar la reproducción social que hace la educación mediante contenidos, evaluaciones, castigos o métodos de enseñanza».

Quienes comparecieron, en representación de otros muchos estudiantes de los institutos de la capital alavesa, confesaron que su objetivo no es nuevo y que ha sido compartido anteriormente por otras generaciones. A pesar de ello, incidieron en la urgente necesidad de dar un paso al frente al estar dándose maniobras hacia «un proceso de privatización de la educación, que responderá a los intereses del mercado y sus dueños», antes que a los de la ciudadanía en general. Un primer paso, el camino de la movilización en la calle.

El viernes 23 de marzo han convocado un paro a partir de las 11.00 en todos los centros de Gasteiz. Además, a las 13.00, de la Plaza de la Virgen Blanca partirá una manifestación, en la que se mostrará que los estudiantes también quieren contribuir desde su ámbito a la transformación social. Tampoco se olvidaron de citar su respaldo a la convocatoria de huelga general del 29 de marzo.

Tabla de mínimos

Al margen de la convocatoria de la movilización, dieron a conocer una tabla de mínimos, muchos de ellos relacionados con los derechos de los estudiantes en los propios centros. Así, por ejemplo, reivindicaron que la decisión de los alumnos de 3º y 4º de ESO de realizar una huelga sea de ellos y no de sus progenitores, que las votaciones de estas iniciativas de lucha se hagan en horas lectivas o que no haya exámenes los días de huelga.

También exigen en su tabla reivindicativa que se permita el debate y la información sobre problemáticas relacionadas con la educación u otros temas sociales en los institutos. Los promotores de la iniciativa quieren que se destierre de los centros la persecución de ideas y la represión hacía cualquier tipo de contestación del alumnado.