Errenteria fue ayer testigo del rechazo que la política de desahucios genera entre una gran parte de la sociedad. Convocados por diversas organizaciones sociales, políticas y sindicales, decenas de personas se manifestaron en las calles de la localidad guipuzcoana para pedir el fin de los desahucios.

Mari Carmen Márquez (Errenteria) e Iñaki González (Donostia), ambos inmersos en un proceso de desahucio, portaban la pancarta que, bajo el lema «Stop desahucios», reclamaba cambios en la legislación para terminar con estos procesos y poder garantizar el derecho a una vivienda digna. Detrás, la asamblea de parados de Errenteria mostraba su apoyo con una pancarta propia en rechazo a los desalojos.

Márquez y González son los últimos casos de desahucio que se han hecho públicos en Gipuzkoa, aunque tal y como alertó la plataforma Stop Desahucios, son cada vez más las personas afectadas por casos similares que se están acercando en busca de asesoramiento.

En concreto, son ya seis los casos que Stop Desahucios está atendiendo solo en Errenteria. En este sentido, hicieron un llamamiento a todos aquellos que estén «sufriendo un drama parecido a salir a la calle y dejar de sentirse culpables para concienciarse de lo que son: víctimas de un sistema que ha permitido, cuando no fomentado, que la vivienda sea una mercancía, y no un derecho, con la que los banqueros y especuladores han venido obteniendo enormes beneficios».

Firmas y solidaridad

Con el objetivo de visibilizar el rechazo a los desahucios, miembros de la plataforma Stop Desahucios entregaron el pasado miércoles más de 2.000 firmas en una oficina de Kutxabank para pedir la paralización del proceso de desahucio de Márquez. Criticaron que «Kutxa se pavonea de su obra social, pero la realidad es bastante distinta y es que han especulado y se han beneficiado del pelotazo inmobiliario».