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ENTREVISTA | Maitena Muruzabal, cineasta y productora

«Quisimos producir de una forma diferente, usando mucho la imaginación»

Maitena Muruzabal es una de las artífices de la película «Blue Lips», un proyecto que nace en el seno de la productora navarra Cronopia Films. Natural de Iruñea, la directora nos adentra en la trastienda de esta película que transcurre en los sanfermines y que han dirigido seis personas de seis ciudades distintas.

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Koldo LANDALUZE | IRUÑEA

Los próximos sanfermines se convertirán en la escenografía en la que se desarrollará la última etapa de un muy original e interesante proyecto coral cinematográfico titulado «Blue Lips». Seis crónicas sentimentales, nacidas en diversas partes del planeta, convergen en este paisaje telúrico repleto de encanto y explosión vital.

Seis personas de distintas partes del mundo sufren una muerte de sí mismos. Por distintas razones viajan a Iruñea y se encuentran inmersos en la marea roja de los sanfermines. La relación con los otros los hace enfrentarse a ellos mismos y superar los conflictos que los están matando en vida. Seis directores de distintas ciudades -Buenos Aires, Río de Janeiro, Honolulu, Los Ángeles, Roma e Iruñea- firman estas seis historias que convergen en la capital navarra, en ese volcán vital llamado San Fermín.

Estos son los breves esbozos de «Blue Lips», el proyecto coral nacido en el seno de Cronopia Films, productora afincada en Iruñea y guiada por dos cronopias llamadas Maitena Muruzabal y Candela Figueira. Muruzabal, nos guía a través de este singular proyecto que nace la pasión por subvertir las normas preestablecidas de la industria cinematográfica y que nos recuerda que la pantalla blanca sigue siendo lo más aproximado a aquella invitación que Lewis Carrol nos lanzó cuando, un buen día, decidimos cruzar el espejo Justamente eso -afirma Maitena-, ver qué hay al otro lado. Poder entrar en otros mundos y, de paso, entender mejor el nuestro. Reconozco que personalmente yo todavía necesito entrar en una sala de cine para vivir la experiencia que esto.

¿Cómo surge un proyecto de las características de Cronopia Films?

Cronopia Films surge de las ganas y de nuestra pasión por conseguir crear esos mundos que hay al otro lado. Y surge porque tuvimos la gran suerte de encontrarnos dos cronopias con la misma pasión. Si aquel 19 de setiembre de 2001 Candela -Argentina- y yo -Iruñea- no hubiéramos coincidido en aquella clase de cine en Los Ángeles, Cronopia Films no existiría. Nosotras le damos mucho valor a ese encuentro. Nos hicimos muy amigas durante nuestra estancia en Los Ángeles y enseguida nos dimos cuenta de que a las dos nos encantaba la magia de hacer las ideas realidad, es decir, la producción de cine. No es fácil encontrar una persona con la que compartas, no solo la misma afición, sino la misma manera de ver el mundo y de vivir la vida. Somos muy conscientes de que no existiría la productora si alguna de las dos decidiera abandonar el barco. En Los Ángeles ya creamos una productora ficticia para producir cortos, Beat'n Bite, precursora de nuestra Cronopia Films actual. Años más tarde, después de que cada una tuviera sus experiencias profesionales, coincidimos en el rodaje durante sanfermines de una película estadounidense -«Americano»- dirigida por Kevin Noland. Era una producción muy independiente y nos dimos cuenta de que nosotras también podíamos llevar a cabo una producción así. A fines de 2004 creamos la productora en Pamplona y decidimos ponerle el nombre de Cronopia haciendo referencia a los «cronopios», de Julio Cortázar. Con este nombre estábamos marcando y, casi sin darnos cuenta, augurando cuál sería la manera de hacer de la productora, estábamos abocadas a hacer las cosas «a lo cronopio». Resulta difícil explicar qué quiere decir, sería mejor leer a Cortázar, pero básicamente se trata de hacer las cosas de una manera algo distinta a la establecida, con mucha imaginación, sintiendo que, de alguna manera, siempre estamos jugando.

Obligada referencia al origen del proyecto común titulado «Blue Lips». ¿Cómo nació la idea y la posibilidad de desarrollarla de esta manera tan singular?

En el intento de sacar adelante nuestra segunda película, habíamos llegado a una especie de callejón sin salida, estábamos bloqueadas y necesitábamos encontrar una idea que nos hiciera salir de ese agujero, encontrar una idea que nos permitiera jugar de nuevo. Llevábamos más de dos años «paradas». Y se nos ocurrió que podíamos volver a reunirnos el grupo de amigos que nos habíamos encontrado hacía diez años en Los Ángeles. Ahora ya éramos profesionales y si antes hacíamos cortos, ¿por qué no reunirnos de nuevo para hacer un largo? La colaboración nos permitiría tener fuerza y más recursos para sacarlo adelante. Todos estábamos desperdigados por el mundo y por eso se nos ocurrió que podíamos contar la historia de personajes de ciudades distintas, cuyas vidas coincidirían en sanfermines. Quisimos producir esta película de una forma diferente, usando mucho la imaginación. El camino convencional no había funcionado en el intento de producir nuestra segunda película, así que teníamos que imaginar algo distinto. Nos esforzamos mucho por conseguir la participación de la gente desde el principio, y conseguir difusión para captar financiación privada. Apostamos por la colaboración en el aspecto creativo y decidimos que habría seis directores, cada uno dirigiría un personaje, pero crearían una única película, no varios cortos juntos. Las distintas miradas de los directores permitirán enriquecer el universo de cada personaje, dotándolo de estilos visuales diferentes. Además decidimos que el sexto director no pertenecería a nuestro grupo originario, que abriríamos una convocatoria a nivel estatal para que un nuevo talento se incorporara a nuestro equipo. Así que lanzamos una convocatoria, preseleccionamos a 7 finalistas y los usuarios de la web con sus votos han decidido ahora quién es el sexto director de «Blue Lips».

Seis crónicas emocionales que convergen en un punto; sanfermines. ¿La escenografía funciona como nexo de unión o como detonante emocional?

Sanfermines simbolizan las dos cosas. Es obviamente el nexo de unión, el punto de encuentro. El lugar y la fiesta hace que personajes de distintas ciudades coincidan. Pero tiene un gran componente de detonante emocional. Tal y como dice el coguionista de «Blue Lips», Daniel Mediavilla, San Fermín es «una especie de limbo en el que durante unos días importan poco los dones recibidos o perdidos y se vive, sin más. En ese espacio mítico, en el que se mezcla la euforia y la exaltación de existir con el abandono y la degradación, los personajes de `Blue Lips' tendrán la oportunidad de separarse de sus prejuicios sobre la manera en que pueden ser felices y podrán decidir si prefieren permanecer muertos o aprenden a vivir aceptando lo que la vida les ofrezca en cada momento».

¿Cómo ha sido desarrollado el guión?

La película ha tenido dos coguionistas que han trabajado todas las historias. Nuestro objetivo ha sido desde el comienzo crear una única película, una única historia, coral, de varios personajes. En este sentido el esfuerzo de colaboración de los directores es mayor, ya que deben ponerse de acuerdo para dirigir aquellas escenas en las que varios personajes interactúen. En este intento de conseguir una unidad hemos apostado por que haya un único director de fotografía, editor, compositor y director artístico para toda la película.

¿Qué significado adquiere el título «Blue Lips» (Labios azules) dentro de este proyecto coral?

Hace referencia al grupo originario de este proyecto, ese grupo de cineastas que nos encontramos en Los Ángeles estudiando cine. Durante nuestra estancia allí, nos reuníamos muchas veces en torno a una botella de vino y nuestros labios acababan teñidos de azul. Nos denominábamos a nosotros mismos Blue Lips. Pero también hace referencia al estado emocional que comparten los seis personajes. Todos tienen los «labios azules» porque están congelados, medio muertos en vida. Todos han sufrido o están sufriendo algún acontecimiento en sus vidas que no aceptan y que no les permite seguir viviendo. Están bloqueados, renegando de la vida por lo que les quitó e incapaces de seguir adelante y ser felices.

Sanfermines puede ser un escenario de una fuerza visual y sonora muy poderosa, pero esa propia fuerza puede acabar por eclipsar la propia singladura de los personajes. ¿Cómo habéis planificado la inclusión de los personajes en semejante explosión vital?

Queremos que los sanfermines tengan mucha carga simbólica, pero no queremos darle un protagonismo excesivo. Es solo el escenario donde transcurre lo importante, que son las historias de los personajes. No queremos hacer un documental de sanfermines. Sin embargo, como antes he comentado, tiene una carga emocional importante. Además, hemos querido crear un contraste fuerte entre la explosión de fiesta que son los sanfermines y la explosión dramática que están viviendo los personajes. Contrastar de alguna manera la tristeza y la alegría.

No va a resultar fácil rodar en los mismos sanfermines... ¿el resto de los integrantes del proyecto conocen qué escenario se van a encontrar en Iruñea?

Por suerte nosotras mismas ya hemos rodado en sanfermines y parte del equipo también. Varios de nosotros coincidimos en «Americano», que se rodó en plenos sanfermines. El director de fotografía, Rob C. Webb, es el mismo director de foto de esa película, que también rodó con nosotras «Nevando Voy». Así que él sabe perfectamente lo que se va a encontrar.

 

Un modelo diferente de producción

A la hora de hablar de un proyecto de las características de «Blue Lips», resulta obligatorio incidir en el modelo de producción que se ha elegido, teniendo en cuenta la crisis global de la que no es ajena el medio cinematográfico. «Pienso -afirma Maitena Muruzabal- que sólo haciendo un esfuerzo por imaginar y por ser creativos en la producción de cine, se puede conseguir sacar adelante un proyecto. De todas maneras, no hay que lamentarse tanto por lo que no tenemos y hay que aprovechar muchas cosas buenas que existen ahora y que antes no había y hacían mucho más difícil hacer cine. Las herramientas de comunicación que tenemos hoy nos permiten que la participación, la colaboración sea mucho más fácil. Y el abaratamiento de los equipos necesarios para rodar permiten también reducir el presupuesto. Nosotras estamos aprovechando al máximo los recursos que sí tenemos y estamos haciendo un gran esfuerzo por atraer los que no tenemos, los económicos. Queremos atraer financiación privada, patrocinio, creando en la medida en que nos es posible un proyecto atractivo. `Nevando Voy' fue el primer largometraje que produjimos Candela y yo con Cronopia Films. Realmente no fue desarrollado dentro de los engranajes convencionales del medio cinematográfico. Fue producido también de una manera bastante poco común, pero consiguió colarse dentro del circuito cinematográfico. Para nosotras fue una experiencia muy importante. Aprendimos de principio a fin lo que supone producir y distribuir un largometraje. Nos permitió darnos a conocer. Y disfrutamos muchísimo haciendo realidad una historia que teníamos muchas ganas de contar».

K.L.

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